Verde es Vida nº 83

21 FOTOS: MILLE D’ORAZIO; SANTIAGO BERUETE  La dimensión polí- tica y ética del jardín tuvo en el parque inglés de Stowe uno de sus ejemplos más explíci- tos: un jardín moral, de estilo paisajista, contra el absolutismo de los jardines formales. En la foto, el templo de la Antigua virtud. cuanto a la cultura del jardín; basta salir de nuestras fronteras para observar el contras- te. No obstante, yo veo que los diseñadores españoles de jardines están a la altura de los mejores del mundo. Contamos con figuras mayores, de talla internacional. Tenemos a Fernando Caruncho, que para mí es un jardinósofo extraordinario, alguien que crea jardines de una belleza intemporal, donde reverberan los ideales del pensamiento clá- sico. Son jardines muy abstractos, concep- tuales y en ese sentido filosóficos. ✿ poco tiempo, allá por el año 2050 entre el 50 y el 70 por ciento de la población mun- dial vivirá en megalópolis. Esto es suficiente para entender que el jardín planetario va camino de convertirse en una urbe global. A mí no me cabe ninguna duda de que cuanto más superpoblado esté el mundo más fuerte va a ser el anhelo de retornar a la Naturaleza y más intensa la pulsión verdolátrica. Soy de los que creen que la edad de oro de los jardines está por venir. Por otro lado, en este mundo hiperurbani- zado, hipertecnificado, la sed de Naturaleza de ese urbanita contemporáneo también se conjuga, o es comparable, con su hambre de serenidad y paz interior. Por eso pienso que el futuro va a estar escrito con mano verde. Sin embargo, existen también jardines sin alma, o aquellos que solo son un símbolo de estatus en una gran propiedad. Con la pujante industria de la felicidad, los jardines corren también el riesgo de conver- tirse en un bien de consumo más, en una mercancía, someterse a la ley de la oferta y la demanda y en ese sentido perder su razón de ser, convertirse en una especie de desierto florido. El jardín es también una marca de estatus, un signo de distinción social. Se hacen jardines para personas que luego no tienen ningún interés en cuidarlos. No obstante, algo queda y, desde luego, es mejor que las alternativas. Por algo se empieza. Dentro de las formas de jardinería que han surgido estos años también están los jardines comunitarios y huertos urbanos. Valga el ejemplo del Premio Turner de artes visuales de 2015 para Cairns Street, una calle de Toxteth, un barrio amenaza- do por la piqueta en Liverpool, defendida por los vecinos con jardines y pinturas murales, y los huertos y jardines que usted ha visitado recientemente en Nueva York. En Nueva York existen cerca de mil huertos comunitarios. Me sorprendió mucho también los intentos de hacer rentable la agricultura urbana en azoteas. En Brooklyn distribuyen los productos en el barrio, en tiendas de cercanía, y les salen las cuentas. Ahora están intentando exportar esta idea. Es una manera de desarrollar una agricul- tura urbana de proximidad, de kilómetro cero. Una vez más, los sueños, como la historia de la utopía lo demuestra, marcan el camino por el cual dirigirse. Son utopías cercanas, espero que realistas. Contra la lucropatía, hortoterapia. ¿Qué ideas percibe en la jardinería que se está haciendo actualmente en España? Entre la población general se echa en falta más educación paisajística y medioambien- tal. Padecemos un cierto retraso secular en  Jardín comunitario en el Lower East Side de Manhattan, una forma de jardinería con- temporánea de carácter vecinal que busca rein- troducir la Naturaleza en la ciudad. Hoy en Nueva York existen unos mil huertos y jardines de este tipo. • Jardinosofía, de Santiago Beruete (Turner Noema)

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