Verde es Vida nº 83

29 FOTOS: MMGI / M. MAJERUS Y BENNET SMITH; THE GARDEN COLLECTION E l naturalismo que reivindican las tendencias más punteras de la jardinería contemporánea ha puesto en valor la forma más natural de los árboles multitronco. En vez de un rotundo tronco único, los ejemplares con una estructura de ramas abierta desde la base resultan mucho más ligeros y acordes con el aire silvestre que persiguen las plan- taciones de vivaces, pequeñas leñosas y gra- míneas (fíjate en el tema de portada, en las páginas 6-11). Pero también son una intere- sante opción como piezas de carácter fuer- temente arquitectónico en proyectos más formales. Suelen ser generalmente árboles de hoja caduca por la variabilidad estacional que apareja esta cualidad, de pequeña o me- diana altura y armónica forma de vaso. ABEDULES DE BELLA PIEL Los abedules (género Betula) se prestan especialmente a una estructura multitronco, lo que multiplica el efecto de su llamativa corteza que se desprende en forma de finas láminas. A ello se suman la ligereza de la copa y el color dorado de las hojas en otoño. Por su piel blanca y su silueta ligera y llorona destaca entre ellos el abedul blanco o euro- peo (Betula alba o B. pendula), naturalizado en buena parte de las zonas altas de la Península. Existe también una variedad ‘Fastigiata’, de copa columnar o piramidal. No obstante, uno de los abedules multitron- co más frecuentes hoy en los jardines es el Betula utilis var. jacquemontii (en la foto), una vigorosa variedad de abedul del Himalaya de corteza todavía más blanca y luminosa y hojas más oscuras que el europeo, y copa regular ovalada. Ha dado pie a numerosos cultivares. El Betula ermanii, por su parte, se caracteriza por una corteza suavemente anaranjada, de la que se desprenden finas capas de piel traslúci- da rosada o crema. El cultivar ‘Grayswood Hill’, de tamaño medio, cuenta con el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society por sus cualidades jardineras. La piel del abedul rojo chino, Betula albosinensis var. sep- tentrionalis, es de un tono naranja más intenso. Los abedules requieren luz o sombra ligera y agua de forma regular (desarrollan raíces superficiales). Resisten los fríos típicos de la Península (-17º, zonas 7-9), pero no los largos periodos de sequía, las temperaturas muy altas y la sequedad ambiental. Lee la ficha del abedul blanco en verdeesvida.es . LOS MUY APRECIADOS ARCES Entre los arces, famosos por su extraordinaria otoñada de tonos dorados, anaranjados o rojos, son numerosos los que pueden desarrollar troncos múltiples. Por ejemplo el Acer cam- pestre, arce menor o común; el A. platanoides, arce real; el A. pseudoplatanus, falso plátano, y el A. monspessulanum, arce de Montpellier, entre los autóctonos de España y, por lo tanto, bien adaptados al clima y las condiciones del suelo. Del platanoides y el pseudoplatanus existen además numerosos cultivares. Pero si también se busca una corteza bonita, el más atractivo es el Acer griseum * (en la foto), el arce de corteza de papel, cuya piel de color canela se desprende en forma de grandes rizos traslúcidos. Sus pequeñas hojas trifoliadas verde oscuro cambian en otoño del naranja al carmín. Es de tamaño pequeño o mediano, crece lentamente y se puede cultivar en sombra, por lo que va perfecto en espacios reducidos. Necesita un suelo fértil, media- namente húmedo y bien drenado, neutro o ligeramente ácido; puede ser incluso arcilloso. Soporta el frío intenso (-29º, zonas 5-8), pero no el exceso de calor y la falta de agua. Otro espléndido arce multitronco es el rojo, A. rubrum, de follaje otoñal escarlata. Es de rápido crecimiento, tamaño medio y densa copa. El cultivar ‘Brandywine’ solo crece hasta los 8-10 metros de altura, y ‘Red Sunset’ * y ‘October Glory’ * , ambos columnares, hasta los 12 metros. Los arces A. campestre, A. monspessulanum y A. griseum se pueden cultivar en contenedor. Más información en Descubre los arces nativos de la Península, en verdeesvida.es . ▷ * Cuenta con el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society