Verde es Vida nº 85

46 verde es vida GRANDES JARDINES E n Le Jardin Secret, la multicentenaria tradición del jardín islámico se da la mano con la jardinería más puntera del siglo XXI. El gran jardín cruciforme del riad que hace más de 500 años ocupaba este solar en la medina de Marrakech mantiene su estructura cruciforme, pero Tom Stuart-Smith ha convertido los parterres rehundidos en fluidas praderas de Stipa tenuissima, siempre verdes por las siegas continuas (entre cinco y seis al año), salpicadas de flores azuladas de lavanda marroquí y Tulbaghia violacea. Setos bajos de romero recorren los laterales de los cuarteles que lindan con los caminos revestidos de bejmat, subrayando el trazado geométrico con el poderoso contraste del verde, el rojo del ladrillo y el verde turquesa de la arcilla vidriada. En esta reedición del paraíso que es todo jardín islámico no dejan de estar presentes sus especies vegetales más emblemáticas: el olivo, la palmera datilera, el granado, el limonero y el naranjo, y por supuesto el agua en fuentes y estrechos canales susurrantes. “El centro del jar- dín es el agua, que circula por todas partes”, dice el paisajista. “El agua es celebrada en el jardín como la más preciosa sustancia”. En el segundo jardín, donde no se encontraron restos de la estruc- tura primigenia, Stuart-Smith se sintió libre para crear un edén más „ El jardín islámico de Le Jardin Secret res- peta la estructura tra- dicional, pero con una sorprendente selección de plantas: masas flui- das de Stipa tenuissima entre las que irrumpen matas bajas de lavanda y Tulbaghia violacea. „ Tres imágenes del segundo espacio, un exótico jardín donde se mezclan especies de todo el mundo en un edén mediterráneo. Junto a estas líneas, flores de melero (Melianthus major) en primer plano; al centro, una Bahuinia variegata en flor; a la derecha, más parterres. ▷ Doble paraíso en la medina Escondido entre las calles bulliciosas de la medina de Marrakech, el remanso de un paraíso secreto: los jardines de dos riads. Uno responde a la distribución en cruz típica del jardín islámico, con sus parterres perfumados y el murmullo de las fuentes. El otro es un vergel de especies exóticas y cantos de pájaros. Ambos llevan la firma del renombrado paisajista inglés Tom Stuart-Smith, que ha hecho de Le Jardin Secret una exhibición de maestría en inesperadas plantaciones, la relectura contemporánea de una tradición jardinera milenaria. LE JARDIN SECRET, EN MARRAKECH FOTOS: MMGI / MARIANNE MAJERUS

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