Verde es Vida nº 85

48 verde es vida UNA DESLUMBRANTE SELECCIÓN DE ESPECIES En el jardín exótico, la maestría de plantman de Tom Stuart-Smith se exhibe en un área climática marcada por las altas temperaturas del verano y la ausencia de lluvias, lo opuesto a su Inglaterra natal. La colección de plantas nativas de todos los mediterráneos del mundo, Marruecos, Canarias, Madagascar y regiones semidesérticas aparece sabiamente dispuesta en los parterres ofreciendo ricos contrastes de formas, texturas, colores... Al pie de las palmeras, a la sombra de un gran Jacaranda mimosifolia y de los aún pequeños palos borrachos (Ceiba speciosa) y Bahuinia variegata, todos de espléndidas floraciones, crecen el perfumado jazmín azórico (Jasminum azoricum), la salvia canaria o morisca (Salvia canariensis), la petunia salvaje Ruellia simplex ‘Chi Chi’, de delicadas flores rosadas, la siempreviva canaria Limonium perezii, las matas ligeras de Hymenolepis parviflora, coronadas de flores amari- llas, el melero (Melianthus major), de llamativas espigas florales… Aquí y allá se elevan al cabo de ásperos troncos los penachos azulados de la Yucca rostrata, un eco a pequeña escala de las esbeltas datileras. Y todo ello entre la más exquisita selección de suculentas, cada una de una rara singularidad: desde el Pachypodium lamerei de Madagascar, de tallos erizados de espinas y penachos de hojas verdes y flores blancas, a la chumbera gigante Opuntia robusta, la canaria Kleinia neriifolia, que parece un pequeño drago, y el Kalanchoe behariensis de grandes hojas onduladas triangulares con tacto de terciopelo. Hay en los parterres seis tipos de aloes y numerosas euforbias, entre ellas la Euphorbia ingens, el árbol candelabro, que alcanza ya los cinco metros de altura, y la E. tiru- calli, el árbol de los dedos, un garabato de finísimas ramas cilíndricas. No podía faltar el contrapunto de las gramíneas, entre ellas el Pennise- tum villosum, de esponjosas espigas; las matas vaporosas de Eragostris trichodes, y la Stipa tenuissima ejerciendo de nexo entre los dos jardines. ƒ Contra el fondo rojo del pabellón, una fron- dosa plantación donde aparecen dos especies canarias, el Limonium perezii, de flores viole- tas, y la Salvia canarien- sis, de follaje gris y flo- res purpúreas, al fondo. En medio, matas de Hymenolepis parviflora, de flores amarillas, y un par de Agave attenuata.  Aloe barbadensis de flores amarillas al pie de un palo borracho (Ceiba speciosa) y un Kalanchoe beharensis, de retorcidos troncos y raro follaje de hojas triangulares atercio- peladas. Al fondo, los penachos verdeazules de la Yucca rostrata y las ramas floridas de la Bauhinia variegata ‘Alba’. GRANDES JARDINES bíblico, poblado por “una suerte de acopio de todo tipo de planta imaginable capaz de dar todo el color que sea posible a lo largo de las cuatro estaciones del año”, una ambiciosa mezcla de especies provenientes de todos los rincones del mundo, aptas, eso sí, para resistir los veranos calientes y secos deMarrakech (las detallamos en el texto de la izquierda). Toda una fuente de inspiración para la jardinería del sur de España y las islas (zonas 9-10). Este jardín exótico, más pequeño, se expla- ya en un escenario rodeado de altos muros, entre ellos un pabellón pintado de rojo y otro de tadelakt, el cotizado estuco marroquí, gris, unidos por un camino que domina sobre los parterres rehundidos. Sobre el color pálido del ladrillo del pavimento, un estrecho canal revestido de azul traza una rotunda línea recta que acaba en un pequeño estanque. Ocho años de trabajos Agua, cantos de pájaros, esplendor vegetal: este oasis de frescor y calma que es Le Jardin Secret abrió al público en 2016 después de ocho años de trabajos financiados por inver- sores privados. Abarca lo que en su día fueron FOTOS: MMGI / MARIANNE MAJERUS ▷

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