Verde es Vida nº 85

56 verde es vida HUERTO La parra es un clásico de los patios y jardines mediterráneos que siem- pre se agradece. Es todo un lujo poder disfrutar de nuestras propias uvas y de una sombra fresca en las tardes de verano... seguida de una bella otoñada. Te contamos cómo crear un emparrado y cómo cuidarlo. LA PARRA (VITIS VINIFERA) NO ES muy exigente con el suelo, aunque lo prefiere con buen drenaje. Tolera los sustratos pobres, incluso calizos. Los muy fértiles, en cambio, pueden provocar que crezca mucho en verde y produzca fruta de mala calidad. Así pues, el abonado, en caso de hacerse, debe ser limita- do. El riego también debe ser el justo, tan solo en época de calor y con moderación. Escoge un lugar soleado y resguardado para plantar la parra. Recuerda que es una planta leñosa que vive muchos años y, aun- que su crecimiento se puede contener con la poda, hay que tener en cuenta que el tronco engrosará cada año, así como su sistema radi- cular. Por lo tanto, el emplazamiento debe ser lo suficientemente espacioso para evitar que levante el pavimento o afecte a los muros. Con el tiempo, tu parra alcanzará un peso considerable, lo que aconseja contar con una estructura de emparrado capaz de soportar su peso, pero también los efectos de la intem- perie durante muchos años. Hay muchas op- ciones de estructuras: las pérgolas metálicas y de madera son las más clásicas. Cómo guiar el crecimiento Una vez que has plantado la parra, escoge el sarmiento (rama joven de la vid) más robus- to y con crecimiento vertical para formar el futuro tronco del ejemplar. Colócalo sobre el tutor definitivo, atándolo con un cordel de manera que crezca rodeándolo en espiral. En los sucesivos años tendrás que guiar una rama hasta la zona que elijas para que rami- fique. Y a partir de ahí, seleccionar las ramas que darán la estructura principal a la copa de la parra, de las que saldrán las ramas secun- darias. La estructura principal se mantendrá estable a lo largo de la vida de la parra, y es sobre las ramas secundarias donde realizarás la poda de fructificación. Elimina los chupo- nes que salgan en la parte baja de la planta. Las parras fructifican en la madera del año anterior. Deberás podar esas ramas cuando haya perdido la hoja, respetando varias ye- mas (su número dependerá de la variedad elegida y de a qué altura florezca). Como nor- ma general: cuantas más yemas dejes más ra- cimos obtendrás, aunque si dejas demasiados los frutos serán de menor calidad. Las parras son atacadas con frecuencia por pájaros y avispas; la mejor solución es cubrir los racimos con una malla fina o bolsas de papel. Si notaras la presencia de alguna pla- ga u hongo pregunta cómo combatirlos en el centro de jardinería más cercano. ✿ A la sombra de una parra FOTO: MMGI / MARIANNE MAJERUS

RkJQdWJsaXNoZXIy MzMxMDk=