Verde es Vida nº 85

6 verde es vida JARDINERÍA U n huerto puede ser tan pro- ductivo como atractivo a la vista. Lo útil y lo bello se han dado la mano en los huertos de las culturas mediterráneas desde hace mi- lenios. Y allí están los deslumbrantes jardines potager, los huertos a la francesa —quién no ha se ha sentido tocado por el impacto visual de los del castillo de Villandry o el palacio de Versalles— para comprender la belleza que es capaz de crear la geometría en la dis- posición de los parterres, sumada al juego estético que proporcionan los alineaciones y patrones por formas, colores y texturas de las verduras, plantas aromáticas y hortalizas... Y todo ello en compañía de frutales y plantas ornamentales. De los jardines ingleses de es- tilo cottage se puede adoptar otra idea que in- tegra belleza y utilidad: incorporar una gran variedad de plantas herbáceas de flor para atraer a los insectos polinizadores que con- tribuirán a obtener buenas cosechas. A escala de un espacio doméstico, la com- binación de un esquema espacial sencillo, or- denado en rectángulos o cuadrados paralelos, con la naturaleza diversa y en cambio perma- nente de los cultivos es siempre un acierto. Es „ Las camas de cul- tivo de acero cortén repletas de verduras y hortalizas ocupan un lugar principal en el jardín de esta casa diseñada por el estu- dio Wilson McWilliam en Inglaterra. El tono rojizo y el fondo claro del parterre de grava crean un potente con- traste con el césped. „ Acelgas de tallos de colores en el kitchen garden de Whatley Manor, en Wiltshire. Comparten bancales con lavandas de flores moradas, tagetes, caléndulas y guisantes de olor. „„ En el Château du Rivau, en el valle del Loira, las hortalizas crecen en profundos cestos trenzados de metal oxidado, al pie de unos magníficos rosales trepadores. Las claves de un bello huerto El huerto no tiene por qué ser ese espacio meramente productivo, deslucido y medio escondido en la parte menos visible del jardín. Un huerto puede cumplir perfectamente su finalidad y ser al mismo tiem- po un espacio estéticamente muy atractivo. Ejemplos no faltan en la historia de la jardinería. Basta inspirarse en ellos y trasladar sus claves a la escala doméstica: una disposición ordenada y uniformidad en los bancales y camas de cultivo. El colorido de las verduras y los frutos y flores del huerto acabarán por componer un espacio lleno de belleza. la exuberancia vegetal contenida entre líneas rectas. O visto del revés: el dominio de la geo- metría desafiado por el follaje de las plantas, los frutos y las flores, que atenúan su rigidez. El dónde y cómo de los bancales Si la idea es sacarle todo el partido estético al huerto, los bancales o las camas de cultivo no tienen por qué quedar ocultos en la parte menos visible del jardín. Eso sí, deben ubi- carse en un espacio plano, o aterrazado si se trata de un terreno en pendiente, donde dé el sol al menos ocho horas al día y sin árboles o muros cercanos que puedan arrojar sombra sobre los cultivos. También es preciso contar con una toma de agua cercana para el riego. Los bancales pueden trazarse a ras del sue- lo y enmarcarse con cercos de madera u otros materiales (te los enseñamos en la página 8), o convertirse en camas de cultivo con un cier- to grado de elevación para facilitar los traba- jos de pie. Lo ideal es que tengan un ancho que permita acceder fácilmente a toda la su- perficie sin esfuerzo: 1,20 metros de ancho es una medida estándar. Conviene cubrir el sue- lo con una malla geotextil antihierbas para evitar que irrumpan plantas no deseadas. ▷ FOTOS: CLIVE NICHOLS

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