Verde es Vida nº 86

21 enseñó toda una disciplina sobre modera- ción, contención y cómo menos es más. Ha creado jardines en países con climas y tradiciones culturales muy diferentes. ¿La jardinería habla un idioma universal? Sí, definitivamente. Permite descifrar la esencia de un lugar, el modo en que se hacen allí las cosas. Es una forma de expresión. Alrededor del mundo, las cosas se hacen de maneras muy distintas y hay que aprender el lenguaje particular de las diferentes comuni- dades de plantas según donde estemos. Uno no impone, sino que trabaja con el entorno. Si conoces el lenguaje de las plantas puedes es- tar en el contexto y ser parte del lugar. Hay un lenguaje universal, pero debemos aprenderlo. Su trabajo incluye jardines grandes y pequeños, urbanos y rurales, en climas mediterráneos, atlánticos y continentales. ¿Cuáles han supuesto un hito, un desafío? Uno fue Torrecchia Vecchia, un jardín en el sur de Italia en el que empecé a trabajar hace 25 años. El cliente quería un jardín muy informal, que se percibiera como parte de la Más información: • danpearsonstudio.com • digdelve.com naturaleza, del bosque salvaje que lo rodea. Tuve que aprender muy rápido cómo trabajar en el Mediterráneo y además en un entorno que era muy frágil pero al mismo tiempo muy fuerte y potente. No obstante, el mayor desafío no fue Torrecchia, donde todavía trabajábamos con cuatro estaciones aunque tuviéramos que aprender a manejarnos con mucho más calor y sequía. Un reto mayor ha sido hacerlo en Hawaii, en un ambiente tropical sin estaciones, en el que he tenido que aprender nuevas formas de trabajar con las plantas. He creado tres jardines en Hawaii para dos clientes distintos. Fueron un gran desafío en cuanto a aprender cómo crecen las plantas allí y cómo aplicar la idea del menos es más. En los trópicos es muy tentador usar todo tipo de plantas porque se puede, pero sin moderación enseguida tenemos una jungla. Muchos de sus jardines tienen un huerto, y en el suyo su propio, una de las primeras cosas que hizo fue plantar árboles frutales. ¿El jardín ideal debe incluir un huerto? Creo que hay algo muy bonito en poder ir a un jardín, recolectar algo y comerlo. Cultivar para comer es algo muy primario. Permite que la gente se sienta realmente parte del lugar: la energía que pone en él recibe una recompensa. Los huertos son para mí lugares muy hermosos y sencillos, que la gente pue- de entender. No siempre incluyo un huerto en mis jardines, pero casi siempre plantamos árboles frutales por estas razones. ¿Cuáles serán a su criterio las claves de la jardinería en las próximas décadas? En los últimos 10 o 15 años ha habido un movimiento muy positivo respecto a entender los jardines como ecosistemas en sí mismos. Colectivamente se convertirán en espacios donde podamos preservar y desarrollar ecosistemas, donde exista riqueza de biodiversidad. Hay mucho potencial. Siempre intentamos pensar sobre cómo un lugar puede ser lo más dinámico posible en términos de estabilidad y nuestros clientes también están muy interesados en esto. ✿

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