Verde es Vida nº 86

34 verde es vida PLANTAS Rosas de eléboro Florecen cuando el frío del invierno es más intenso y la mayoría de las plantas dormitan a la espera de días más tibios. Las delicadas flores blancas del eléboro negro, la rosa de Navidad, asoman incluso entre la nieve luciendo su radiante corona de estambres amarillos. Florecerán sin parar entre noviembre y marzo. Este año son la Planta protagonista de diciembre del Flower Council of Holland. POR LOS CINCO PÉTALOS DE SU corola y su corona de estambres amarillos en el centro, las flores del eléboro negro (He- lleborus niger) recuerdan una rosa simple. Pueden medir hasta ocho centímetros de diámetro, un llamativo tamaño en compara- ción con la altura de las matas: 25-40 cen- tímetros. Los pétalos (sépalos petaloides en realidad) suelen ser blancos o a lo sumo con suaves pinceladas verdes o rojizas. Estas rosas de Navidad de aspecto tan de- licado son flores del otoño tardío y el invier- no —noviembre-marzo, según el clima— y, por lo tanto, capaces de resistir el frío y la nieve. Cuando las temperaturas son muy ba- jas pueden verse un poco mustias, pero en cuanto suben un poco recuperan su lozanía. La rosa de Navidad es una vivaz rizomato- sa de tallos gruesos y follaje verde oscuro, co- SECRETOS DE CULTIVO DE LA ROSA DE NAVIDAD Cuando compres un eléboro fíjate en que el tamaño del tiesto y la planta sean equilibrados. El ejemplar debe contar con una buena cantidad de botones flores y lucir sano. Una vez en casa no te exigirá grandes cuidados, siempre que le proporciones estas condiciones de cultivo: • Exposición: Vive mejor en semisombra o en una posición donde reciba el sol de la mañana, ya que es una planta de sotobosque. Si la sombra es excesiva dará pocas flores. • Rusticidad: Es muy rústico: el rizoma puede soportar temperaturas muy bajas (-40º, zonas 3-9). En cambio sufre con el calor extremo. • Plantación: Lo ideal es plantarlo durante el otoño o la primavera. Si es en el suelo será necesario acertar con el lugar desde el comienzo, puesto que lleva mal los trasplantes. • Sustrato: Agradecerá un suelo rico en materia orgánica, neutro o alcalino (acepta la presencia de cal en el sustrato). El sustrato debe permanecer húmedo, pero no encharcado para evitar que surjan hongos de pudrición. Es importante que cuente con buen drenaje. • Riego: Debe recibir agua de forma regular. Si las hojas se ven caídas está pidiendo una dosis extra; al cabo de un par de horas habrán recuperado su turgencia. No se debe regar en caso de helada. • Abono: Aportarle abono cada 15 días favorecerá una floración más abundante y prolongada. • Mulching: Acolchar la superficie del sustrato contribuirá a conservar la humedad. • Plagas y enfermedades: Sus enemigos son la botrytis, que se manifiesta como manchas negras en los pétalos, y los pulgones. Si las hojas amarillean puede obedecer a la presencia de minadores. • Poda: Conviene hacer una limpieza de las flores y semillas tras la floración. • Multiplicación: El eléboro se multiplica por división de mata en otoño. FOTOS: FLOWER COUNCIL OF HOLLAND

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