Verde es Vida nº 88

41 41 PLUMBAGOS Y PLUMBAGINOIDES El género Plumbago abarca unas 25 especies, entre ellas el P. in- dica o P. rosea *, un arbusto perennifolio semitrepador de origen tropical, que también se emplea como planta ornamental (en Europa, sobre todo en invernaderos). Sus flores, de un llamativo rosa fuerte, contrastan con las hojas verde oscuro, más grandes que las del P. auriculata . Florece todo el año. La belesa, blesa o dentelaria de los campos españoles también es un plumbago, el P. europaea, una vivaz nativa del Mediterráneo y Asia Central que produce flores rosadas, muy extendida en lugares secos y abiertos. Sin embargo, es un falso plumbago, el Ceratostigma plumbaginoides, el que brilla con luz propia en los jardines. Esta vivaz rizomatosa rústica (zonas 6-9), de baja altura y hábito rastrero, crea verdaderas alfombras salpicadas de florecillas azules entre pequeñas hojas que se vuelven rojas en otoño. Descripción El suave color azul de sus flores convierte al Plumbago auriculata* en una de las tre- padoras más bellas. Además, el llamado jazmín del cielo o celestina puede florecer todo el año, excepto en invierno, en las zonas donde las temperaturas no bajan de -7º, como ocurre en gran parte de España. Es una de las tantas especies originarias de la región del Cabo, en Sudáfrica, que viven bien en el Mediterráneo y soportan la sequía e incluso la brisa del mar. Es de bajo mantenimiento y rápido desarrollo. Estructura y follaje El plumbago puede tener una forma arbustiva erecta, rastrera, colgante, o compor- tarse como una trepadora si es sujetado a un soporte. Suele desarrollar entre uno y cuatro metros de altura, según cómo se utilice. Sus matas sarmentosas ofrecen un aspecto denso gracias a sus innumerables ramillas verdes delgadas y frágiles, que se curvan por el peso de las flores. Conserva su follaje verde claro todo el año, aunque puede perderlo si la temperatura baja de 0º y rebrotar en marzo. Flores y frutos Produce racimos terminales de florecillas azul claro de 1,5 centímetros de diámetro, que surgen enroscadas formando largos botones; al abrirse se despliega una corola de cinco sépalos soldados al cabo de un largo y fino tubo. El Plumbago auriculata var. alba da flores blancas. Los frutos son cápsulas alargadas llenas de semillas. Cultivo y cuidados Vive bien al sol y tolera la semisombra a cambio de menos flores. El sustrato debe ser ligero, bien drenado y bastante profundo, ya que alargará las raíces en busca de agua; puede ser calizo. Prefiere los riegos largos y espaciados, y no tolera el encharcamiento. Si la zona es fría o ventosa necesitará un sitio protegido y un acolchado de áridos que abrigue las raíces. Los tratamientos preventivos con fito- sanitarios lo mantendrán libre de plagas y enfermedades. Al final del invierno con- viene recortar las ramillas, dejándolas de 3-4 yemas, para favorecer la densidad y una floración más abundante; también es el momento de la poda de limpieza. Usos Como trepadora, planta colgante en lo alto de un muro, o formando macizos junto a otros arbustos como las adelfas, romeros y lavandas. Su sistema radicular hace de ella una planta muy útil para fijar taludes. Puede vivir en contenedores en patios al aire libre, terrazas y también en invernaderos y jardines de invierno. Plumbago Plumbago auriculata o P. capensis Follaje perenne Floración: primavera- otoño Cápsulas con semillas Riegos profundos Zonas 9-11: soporta hasta -7º Fotos: M. d’Orazio; Shutterstock Pleno sol y sombra parcial Normal, ligero, bien drenado * Cuenta con el Garden Merit Award de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.

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