Verde es Vida nº 89

52 verdeesvida CUIDADOS De nada vale comprar la planta más maravillosa si luego se llena la maceta con un sustrato malo. La calidad del medio de cultivo repercute directamente en la implantación, el crecimiento, la belleza y la productividad, así como en la longevidad del ejemplar. Aquí te contamos qué cualidades ha de poseer un buen sustrato. El objetivo principal del sustrato es proporcionar un soporte físico ade- cuado para un buen desarrollo de la raíz y en consecuencia de la planta. Debe ofrecerle un buen anclaje y favorecer el crecimiento del sistema radicular. Esto implica una serie de cualidades: • Ha de poseer una densidad suficiente para el adecuado sostén de la planta. • Ser homogéneo y estable tanto física como químicamente. • Estar libre de agen- tes patógenos (hon- gos del suelo, por ejemplo, que pueden causar la pudrición de las raíces), metales pesados, semillas de malas hierbas, etcétera. Propiedades físicas Desde el punto de vista de las propie- partículas muy dimi- nutas (polvo) ocu- parían los espacios pequeños y tapo- narían la liberación del exceso de agua no dejando espacio para el oxígeno. Propiedades químicas Un buen sustrato debe asegurar: • Una buena capaci- dad de intercambio catiónico (CIC). Se trata de la capaci- dad de un suelo o de un sustrato de retener nutrientes e intercambiarlos con la planta. Cuando es buena, el aporte nutricional que recibe la planta es mejor y más esta- ble. No obstante, aunque un sustrato tenga una elevada Por qué es importante usar sustratos de calidad dades físicas ha de ofrecer: • Una buena capa- cidad de retención de agua, clave para almacenar el agua de riego y ponerla a disposición de las raíces a medida que la planta la necesite. Cuanto mayor sea su capacidad de alma- cenar agua, mejor resistirá las condi- ciones de sequía y menor será la nece- sidad de riego. • La capacidad de retención de agua ha de ir acompa- ñada de una buena capacidad de drena- je, es decir, facilidad para absorber el agua y liberar el exceso de ella. Esta propiedad contribu- ye a la distribución del agua por toda la maceta o conte- nedor y a evitar a la vez los encharca- mientos y por tanto la posible pudrición de la raíz. • Una adecuada porosidad, enten- diendo porosidad como el espacio que incorpora inter- namente y que es ocupado por aire o por agua. De esa manera, el agua, al no ser retenida en exceso, puede con- vivir con el aire que ocupa los poros. • Una buena capa- cidad de aireación, es decir, ha de ser esponjoso para evitar el exceso de compactación y poder así albergar oxígeno, imprescin- dible para el desa- rrollo de las raíces. • Una estructura homogénea y esponjosa que no se descomponga o degrade demasiado rápido, evitando así la compacta- ción y por tanto la disminución o desaparición de los espacios de aire. • Lo ideal es que contenga partículas de diferentes tama- ños en una distribu- ción homogénea. Si existe un exceso de Fotos: Shutterstock

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