Verde es Vida nº 90

verde esvida 37 Cuidados: el secreto está en el riego Cuanto más grande es el ejemplar de areca, más fácil de cuidar. La clave está en el riego: debe recibir agua de forma regular en función de su tamaño, de manera que el sustrato nunca se seque del todo. • Luz: Necesita un ambiente luminoso, aunque sin excesos. No le conviene estar expuesta a la luz demasiado intensa de los meses de verano, y mucho menos al sol directo, que quema las palmas. • Humedad: Como especie tropical, precisa una atmósfera más húmeda de lo que es habitual en los ambientes de interior, especial- mente si funciona la calefacción. La falta de humedad produce la desecación de los extremos de los foliolos de las palmas. Es preciso pulverizar diariamente el follaje con agua. El riego no compensa la falta de humedad ambiental. • Temperatura: No lleva bien las temperaturas inferiores a 12º; si hace más frío sería necesario protegerla con una manta o funda térmica o simplemente con film transparente. Acusa las bajas tem- peraturas con manchas marrones en los foliolos. También sufre con el calor seco de los radiadores, de los que hay que mantenerla ale- jada. En primavera se la puede sacar al exterior, pero siempre bien protegida del sol directo y el viento. • Riego: Necesita bastante agua, preferentemente templada y libre de cal. Se debe regar una o dos veces por semana en primavera y verano y cada 15-30 días cuando está en reposo. Es aconseja- ble esperar a que el sustrato se seque un poco (nunca del todo) antes de volver a regarla. El exceso de agua y su acumulación en la base del tiesto dan pie a la aparición de enfermedades fúngicas, que muchas veces se manifiestan como una tonalidad amarillenta o manchas en las hojas; esto es todavía más crítico en invierno. Asimismo, quedarse sin agua, especialmente en verano, puede cau- sarle serios daños: el cepellón no debe secarse. • Tiesto: Una hidrojardinera o maceta de autorriego es ideal para la areca porque le permite disponer a demanda del agua que necesita. • Sustrato: Cuando la trasplantes utiliza un sustrato con turba y coco. • Abono: Cada 15 días, desde marzo a octubre, debe recibir fertili- zante específico para palmeras diluido en el agua de riego, y una vez al mes el resto del año. Si aparecen puntos negros en las hojas de las plantas más viejas es señal de que hay en la maceta una alta concentración de sales; en ese caso será necesario lavar el sustrato regándola en abundancia y dejando que el agua escurra bien para que se lleve ese exceso. • Poda: Las palmas viejas, estropeadas o que adquieran un color amarillento deben eliminarse con una tijera de poda afilada y limpia. • Plagas: Las cochinillas cerosa y algodonosa pueden aparecer en el follaje; se combaten con un fitosanitario y se retiran a mano. En ambientes cálidos y secos será necesario vigilar la presencia de la araña roja. Lee ¿Qué les pasa a tus palmeras? en verdeesvida.es .

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