El terreno, a punto
En febrero toca preparar la tierra para las siembras y plantaciones que se multiplicarán a partir de las próximas semanas.
• Entrecava el terreno para romper la costra que se forma con el frío y las lluvias del invierno.
• Escarda para eliminar malas hierbas y restos de cultivos.
• Enmienda la tierra con abono orgánico —compost, humus de lombriz, estiércol— y pasa el rastrillo para alisar la superficie.
• Si llueve, cubre los bancales con un plástico para que los trabajos no caigan en saco roto.
Primeras siembras al aire libre
Desde mediados del mes ya se pueden sembrar, siempre que “febrerillo el loco” lo permita, cebollas, rábanos, guisantes, acelgas, lechugas de ciclo primaveral, espinacas, zanahorias...
La cosecha de invierno continúa
Todavía seguirás recogiendo del huerto coles de Bruselas, puerros, chirivías, apio, nabos...