Descripción Anémonas japonesas es el nombre común que reciben la Anemone hupehensis y otras especies nativas de Asia, todas de floración otoñal, así como las numerosas variedades e híbridos a que han dado lugar. Se trata de vigorosas vivaces que aportan al jardín de la segunda mitad del verano y el otoño una de las floraciones más bonitas. Las flores, por lo general blancas o de color rosado, surgen al cabo de gráciles tallos ramificados que se elevan superando notablemente la altura de las matas. Son plantas poco exigentes, de bajo mantenimiento y lento establecimiento. Pueden perder o conservar el follaje según la dureza del clima.
Estructura, follaje y flores
Estas anémonas forman pequeñas matas densas y redondeadas de unos 30-60 cm por 50-60 cm, dotadas de raíces fibrosas. Las hojas lucen tres lóbulos, muy hendidos en algunas, con los márgenes dentados. Las flores pueden ser simples o dobles, de color blanco puro o tonos rosados que van desde el más pálido al fucsia e incluso el púrpura; muchas veces los pétalos (sépalos propiamente) muestran degradados, o el haz claro y el envés oscuro. Miden unos 5-6 cm de diámetro y lucen en el centro una llamativa corona de estambres amarillos o anaranjados en torno a un botón esférico de pistilos. Dan pie a una densa corona algodonosa formada por aquenios con vilanos que el viento dispersa fácilmente.
Cultivo y cuidados
Son plantas de sotobosque, por lo tanto prefieren la sombra parcial y un sustrato rico, fresco, es decir con un cierto grado de humedad, y bien drenado. En las zonas más cálidas es importante que el sol del mediodía y poniente no incida en el follaje para que no se queme. Un exceso de sombra o un suelo muy seco provocan una floración escasa. El viento tumba las flores, por lo tanto se deben plantar en un sitio protegido. Precisan riego regular moderado, y en invierno se ha de evitar el exceso de humedad, que les resulta muy pernicioso. Conviene acolchar el suelo para proteger las raíces sobre todo durante el primer invierno. Resisten el frío intenso siempre que hayan arraigado en profundidad. Para impedir la resiembra, los tallos florales se han de podar inmediatamente después de la floración. Las matas se deben recortar al ras a finales de febrero, momento en que se pueden dividir para multiplicar los ejemplares. El follaje puede verse afectado por el hongo oídio. Son plantas tóxicas, excepto para caracoles y babosas.
Usos
Por su floración tardía, las anémonas japonesas son ideales para animar el jardín y las terrazas en otoño gracias al efecto luminoso de sus flores. Se pueden usar en borduras de vivaces, arbustivas o mixtas. Viven bien en macetas y jardineras.
* Cuenta con el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.
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