Descripción
El género Cyclamen abarca unas 20 especies de plantas de flor típicas del invierno. Entre ellas figura el popular C. persicum, conocido también como violeta persa o violeta de los Alpes, aunque sin ningún parentesco con las violetas. Esta vivaz que suele emplearse como anual es una herbácea tuberosa originaria del Mediterráneo oriental. Sus numerosos cultivares híbridos se usan en interiores, pero también en los jardines.
Flores
Esta pequeña planta destaca por sus vistosas flores de distintos tonos rosados, blanco, rojo, púrpura… con pétalos aterciopelados más oscuros en la base, que se pliegan hacia arriba. Las yemas florales suelen surgir desde finales del otoño hasta la primavera.
Hojas
Grandes y redondeadas o en forma de corazón, las hojas son coriáceas, verdes por el haz y rojizas por el envés, y presentan decorativos dibujos agrisados. Las hojas crecen sobre largos pecíolos que surgen de un punto en el tallo tuberoso.
Cuidados
Pese a tener fama de difícil, el ciclamen vive mucho tiempo si se tienen en cuenta sus necesidades: un lugar fresco (no más de 18º y no menos de -5º) y luminoso, sin sol directo, y un ambiente húmedo; no soporta la calefacción ni la sequedad que produce. No se deben mojar las hojas ni las flores; lo mejor es suministrarle agua en el plato para que la absorba por los agujeros de drenaje del tiesto, y eliminar la sobrante. El sustrato no se debe secar, pero el exceso de agua puede propiciar la podredumbre. Las flores y hojas marchitas deben eliminarse.
De interés
Los cultivares de ciclamen lucen en el interior como ejemplares solitarios o en cestas de flores, pero también en el exterior. Los parterres del paseo de Recoletos, en Madrid, suelen lucir en los meses más fríos bellos tapices de estas flores.
Foto: Morel/Grup Roig