BUSCA TU CENTRO DE JARDINERÍA MÁS CERCANO

Coloridos frondes de dryopteris

Por las escamas doradas, negras o marrones que exhiben los frondes y la forma, la textura y el colorido del follaje nuevo de algunas especies, los helechos del género Dryopteris merecen un lugar en los jardines de sombra y semisombra.

En primavera, los frondes jóvenes del Dryopteris erythrosora lucen tonos bronces y cobrizos. Foto: Shutterstock

Texto_ Marián Parra, bióloga, directora de la tienda de plantas del Jardín Botánico Atlántico de Gijón

En el medio natural, los helechos del género Dryopteris forman parte de la vegetación de sotobosque o de las laderas y pedregales húmedos de las zonas templadas del hemisferio Norte. Por ello, la mayoría de sus cerca de 250 especies (12 de ellas, cinco subespecies y cinco híbridos pertenecen a la flora ibérica) prefieren una exposición sombreada o semisombreada.

Una de las singularidades de los dryopteris son las páleas doradas, negras o marrones que revisten sus rizomas más bien cortos y robustos, y el peciolo y el raquis de los frondes.
Según el rigor del invierno pueden ser perennifolios, semiperennifolios o caducifolios. Una de las singularidades de estos helechos son las páleas, una especie de escamas que revisten sus rizomas más bien cortos y robustos, y el peciolo y el raquis (nervadura) de los frondes. Dependiendo de la especie, estas páleas pueden ser doradas, negras o marrones.

Los dryopteris gustan de los suelos húmedos pero bien drenados, por lo tanto al cultivarlos habrá que prestar atención a la humedad del sustrato. En las épocas cálidas se han regar con la frecuencia que exijan las temperaturas. Si el invierno es seco, los perennifolios requerirán riego. Muchos se desarrollan bien en suelos con pH ácido o neutro, otros son indiferentes y solo algunos prefieren los calizos. En general precisan un sustrato rico en humus, por lo tanto conviene hacerles un aporte único de abono orgánico sólido en primavera y, si fuera necesario, un refuerzo más adelante con un fertilizante orgánico líquido de algas.

Los frondes marchitos deben eliminarse regularmente. En las zonas más frías pueden dejarse hasta finales del invierno.


Dryopteris erythrosora *

Altura: 70-80 cm

Rusticidad: -29° En primavera, los frondes jóvenes de este dryopteris lucen tonos bronces y cobrizos aportando un toque de calidez a los lugares sombríos. Soporta el frío y el sol de primera y última hora del día, y es capaz de tolerar una ligera sequía.


Dryopteris
wallichiana ‘Jurassic Gold’ *

Altura: 100 cm 

Rusticidad: -23,5°

Los frondes nuevos brotan en primavera de una tonalidad naranja cobrizo para formar una corona dorada sobre los viejos y virar finalmente al verde. La nerviación, muy oscura, contrasta con la coloración.


Dryopteris atrata, D. cycadina * ?

Altura: 60-80 cm

Rusticidad: -23,5°

Este esbelto helecho se llama Dryopteris cycadina por la forma de los frondes, que recuerdan a las hojas de la Cycas revoluta. Son frondes muy gráficos, en los que destaca el bello contraste del raquis casi negro con el color verde medio.


Dryopteris
buschiana

Altura: 80-100 cm

Rusticidad: -30°

Sus báculos recubiertos de páleas marrón oscuro resultan impresionantes al desplegarse. Dan pie a frondes verticales ligeramente arqueados, que forman una mata densa. Resiste la sequía una vez instalado. Es perennifolio o semiperennifolio.


Dryopteris
affinis Grupo ‘Crispa’

Altura: 20-30 cm

Rusticidad: -23,5°

Es un helecho de pequeño tamaño y porte erguido, que forma una densa mata. Se caracteriza por sus frondes de aspecto rizado o encrespado de una tonalidad verde muy intensa; en su fase juvenil son especialmente ornamentales.


Dryopteris
‘Cristata’ o ‘The King’ *

Altura: 90-100 cm

Rusticidad: -23,5°

También es un D. affinis de frondes rizados, aunque en él se forman dos crestas simétricas en el extremo de las pinnas o foliolos. El peciolo y el raquis cubiertos de páleas doradas de sus frondes jóvenes lo hacen aún más majestuoso.


Con qué plantas combinarlos

Dentro de la amplia colección de helechos del Jardín Botánico Atlántico de Gijón, 23 pertenecen al género Dryopteris. En jardinería se pueden utilizar en zonas umbrías en el suelo como plantas cubridoras o en jardineras en patios, siempre a la sombra de árboles o arbustos que filtren la luz. La forma, la textura o la coloración de los frondes jóvenes de algunas especies dan mucho juego y aportan una atmósfera fresca y relajada.

Los dryopteris se pueden combinar con gramíneas de sombra, como la Luzula nivea y la Hakonechloa macra; con heucheras, tiarellas, geraniums, Brunnera ‘Jack Frost’ y Digitalis lutea y D. purpurea si se desea color, o con rodgersias para aportar más textura.


* Cuenta con el Award of Garden Merit (AGM) de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.

Más información:

Helechos: todo un mundo para descubrir

Frescor de helechos en los jardines

Helechos y cristal, un decorativo ‘mix'

  • Dryopteris wallichiana ‘Jurassic Gold’
    Dryopteris wallichiana ‘Jurassic Gold’

    Brotes de primavera de Dryopteris wallichiana ‘Jurassic Gold’.
    Foto: Alamy

  • Dryopteris atrata o D. cycadina
    Dryopteris atrata o D. cycadina

    La forma de los frondes recuerdan a las hojas de la Cycas revoluta.
    Foto: Floramedia

  • Dryopteris buschiana
    Dryopteris buschiana

    Sus báculos recubiertos de páleas marrón oscuro resultan impresionantes al desplegarse. Dan pie a frondes verticales ligeramente arqueados, que forman una mata densa.
    Foto: Marián Parra

  • Dryopteris affinis Grupo ‘Crispa’
    Dryopteris affinis Grupo ‘Crispa’

    Sus frondes de aspecto rizado o encrespado de una tonalidad verde muy intensa son especialmente ornamentales en la fase juvenil.
    Foto: Alamy

  • Dryopteris ‘Cristata’ o ‘The King’
    Dryopteris ‘Cristata’ o ‘The King’

    También es un D. affinis de frondes rizados, aunque en él se forman dos crestas simétricas en el extremo de las pinnas o foliolos.
    Foto: A. Martin

Reportaje completo nº 104 >> página 36