BUSCA TU CENTRO DE JARDINERÍA MÁS CERCANO

Plantas arquitectónicas para los tiestos de la terraza

Altura y estructura. Amor al sol y el calor. Y buena adaptabilidad a la vida en maceta, lo que facilita colocarlas y recolocarlas cada vez que se quiera. Yucas, cordilines verdes y púrpuras, palmeras Phoenix canariensis y Phoenix roebelenii... forman un conjunto de plantas perfectas para crear grupos muy decorativos.

Palmeras canarias, yucas y cordilines en tiestos negros y grises de diferentes tamaños. ¡Impactan! Fotos: Flower Council of Holland

¿Quieres armar rápidamente un grupo arquitectónico de plantas para ambientar un rincón del jardín o la terraza? Fíjate en las que te enseñamos en estas páginas y lo que se puede conseguir con ellas. Son yucas de varias especies, Cordyline australis de hojas verdes y púrpuras, palmera canaria (Phoenix canariensis) y palmera enana Phoenix roebelenii.

Especies fiables para el clima español, que permiten configurar conjuntos en los que las largas palmas, los troncos rústicos y el follaje de hojas puntiagudas erguidas o laxas crean bellas armonías.
Adoran el sol y el calor, resisten la sequedad ambiental y se adaptan a la vida en una maceta. Especies fiables para el clima español, que permiten configurar conjuntos en los que las largas palmas, los troncos rústicos y el follaje de hojas puntiagudas erguidas o laxas crean bellas armonías. Unas plantas que también pueden ejercer de grandes solistas si disponen de suficiente espacio alrededor.

La palmera canaria, tan frecuente en las costas mediterráneas y los dos archipiélagos, destaca por su bella corona de palmas en forma de gigantescas plumas y un tronco muy decorativo. La Phoenix roebelenii no suele superar los cinco metros de altura en el suelo del jardín y es de muy lento crecimiento; se caracteriza por unas palmas curvas de aspecto más suave, que se arquean por el peso. Estas plantas se pueden conseguir de distintos tamaños, incluso para tiestos pequeños.

Yucas y cordilines

No son palmeras pero combinan muy bien con ellas. Las yucas, con sus rugosos troncos y sus atractivas rosetas de hojas puntiagudas verdes o variegadas, toleran bien el calor y la sequedad ambiental. En cambio no todas resisten el frío. Las más rústicas son la Yucca flaccida, la Yucca gloriosa o Yucca recurvifolia, también llamada daga española, la Yucca filamentosa, que luce filamentos blancos en los márgenes de las hojas, y la Yucca rostrata, de follaje azulado y grueso tronco.

La Yucca elephantipes, que alcanza 2-4 metros en tiesto y el doble en el suelo, se utiliza muy frecuentemente ya que el ápice de sus hojas no acaba en aguja, pero necesitará protección en invierno en las zonas donde las temperaturas bajen -1º.

El Cordyline (o Dracaena) australis, nativa de Nueva Zelanda, tiene un cierto parecido con las yucas por su preciosa roseta de hojas acintadas, solo que en su caso muy suaves y lánguidas, verdes, rojo oscuro o variegadas.


Cuidados: no necesitan mucho para verse bonitas

• Posición: Un lugar cálido y luminoso, a pleno sol o en sombra parcial.

• Tiesto: Se debe escoger solo un poco más grande que el cepellón. Es clave que ofrezca a la planta sustrato suficiente, pero también que le proporcione estabilidad: si no pesa lo necesario el viento podría tumbarla.

• Sustrato: Poroso y de riqueza media, bien drenado. Se recomienda renovar cinco centímetros de la capa superior del sustrato en primavera.

• Riego: Se han de regar cuando el sustrato se haya secado bastante. No deben pasar sed: el exceso de sequedad fomenta la aparición de la araña roja. Pero el exceso de agua puede causar la pudrición de las raíces y los troncos y la aparición de manchas en las hojas. Si el follaje amarillea significa que el suelo está demasiado húmedo o seco. Si las puntas de las hojas se ven marrones es un indicativo de humedad insuficiente.

• Abono: Durante la primavera y el verano agradecerán un aporte mensual de fertilizante para plantas verdes diluido en el agua de riego.

• Limpieza: Si las hojas inferiores amarillean o se secan se deben recortar con unas tijeras bien filosas para que, al ser tan fibrosas, no se desgarren.

• Plagas: Se debe controlar la presencia de la cochinilla cerosa, especialmente.

• Trasplante: Cada cierto tiempo conviene trasplantarlas a un tiesto mayor para procurarle más espacio al cepellón y renovar al máximo el sustrato. Si se han espiralizado las raíces será necesario realizar unos cortes verticales en el cepellón. Esta operación debe efectuarse en marzo-abril.

Más información:

Palmeras: el símbolo del trópico

Yucas: un verde toque ‘tex-mex’

  • En macetas pequeñas
    En macetas pequeñas

    Los ejemplares de poca altura permiten conseguir decorativos conjuntos. El color púrpura del cordiline brinda un bonito contraste.

  • En solitario
    En solitario

    Basta una única palmera canaria para crear un foco de interés en una zona del jardín.

Reportaje completo nº 90 >> página 32