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verde
es
vida
Quelatos de
hierro para
la clorosis
Si las hojas jóvenes de tus hor-
tensias (en la foto), camelias,
gardenias y acidófilas en general,
pero también de los cítricos y
otras plantas... lucen un tono
amarillento entre las nervadu-
ras, que se mantienen verdes,
es que están sufriendo clorosis
férrica: el pH elevado del suelo
les impide absorber el hierro. El
hierro quelatado es un corrector
de esta carencia, ya que puede
ser absorbido por la planta sin
dificultad. Es una mejor opción
que aplicar sulfato de hierro.
¿Lucen pun-
tas marrones
tus coníferas?
Algunas veces aparecen colo-
raciones marrones en las pun-
tas de las ramas de los pinos
(en la foto), cipreses, abetos,
tuyas... por falta de magnesio.
Los correctores antiamarrona-
miento de las coníferas con-
tienen sulfato de magnesio
y actúan de forma preventiva
y curativa. Activan también
la formación de hojas verdes
gracias a su aporte de hierro.
Correctores
de carencias
genéricos
Para recuperar las plantas con
aspecto débil, hojas pálidas o
amarillentas (como en el bambú
de la foto) y flores descoloridas,
existen los correctores genéricos,
que aportan una dosis extra de
micronutrientes que complemen-
tan la acción de los abonos.
Contienen microelementos que-
latados para favorecer su absor-
ción. Son ideales para aplicar
a comienzos de la primavera.
¿Quieres
hortensias
azules?
Aunque las hortensias son natu-
ralmente rosadas o blancas, se
observó que se volvían azules en
los suelos naturales muy ácidos
con presencia de aluminio. No
se trata propiamente de una
carencia, pero si tus hortensias
han perdido esa tonalidad pue-
des recuperarla tratándolas con
un azulador (aplícalo de febrero
a julio para tener éxito). Este
producto no solo contiene alumi-
nio sino también quelatos de
hierro, y además acidifica el
agua de riego y el sustrato.
Detecta y
corrige las
carencias de
tus plantas
¿Las hojas de tus hortensias, gardenias o limoneros se ven desco-
loridas? ¿Ha perdido su tono verde oscuro el follaje de tu camelia?
¿Por qué se han vuelto marrones las puntas de las ramas de tus
coníferas? ¿Quieres que tus hortensias vuelvan a dar flores azules?
Todas estas preguntas apuntan a carencias en la nutrición de estas
plantas. Si identificas los síntomas podrás ponerles remedio.
CUIDADOS
FOTOS: MILLE D’ORAZIO; ISTOCKPHOTO
Como todos los
seres vivos, para
gozar de buena
salud y desarrollarse
correctamente, las
plantas necesi-
tan una serie de
nutrientes que han
de obtener del suelo.
Las formulaciones
NPK que aparecen
en el etiquetado de
los fertilizantes que
les aportas para en-
riquecer el sustrato
indican el porcen-
taje de los tres
macronutrientes
primarios
que las
plantas requieren en
cantidades impor-
tantes: nitrógeno (N),
fósforo (P), potasio
(K). También incluyen
magnesio y azufre,
que junto con el
calcio, constituyen
los
macronutrientes
secundarios.
Los fer-
tilizantes contienen
también pequeñas
cantidades de
micro-
nutrientes:
hierro,
cinc, cobre, boro,
manganeso, mo-
libdeno... Cada uno
de estos elementos
químicos cumple una
función diferente y
complementaria en
el metabolismo de
las plantas. Tanto
su ausencia como
su sobreabundancia
tienen consecuen-
cias negativas para
su salud y aspecto.
En general, el tipo
de planta, su tamaño
y su ciclo biológico,
entre otros pará-
metros, determinan
sus necesidades
de nutrientes. Pero,
además, el pH del
suelo cumple un
papel clave para
que la absorción se
produzca correcta-
mente. En general,
el pH ideal para el
cultivo se sitúa entre
5,5-6,5, con algunas
excepciones, como
las plantas acidófilas
(fíjate en el texto
sobre la clorosis),
que requieren un
pH más bajo.
Plantas deslucidas,
¿por qué?
Los fertilizantes o
abonos complejos
incluyen los macro
y micronutrientes
necesarios en una
fórmula equilibra-
da, de modo que
si los aplicas en la
dosis y frecuencia
indicadas, la planta
debería ofrecer un
aspecto saludable y
desarrollarse bien.
Unas plantas bien
nutridas no solo se
ven espléndidas, sino
que también sopor-
tan mejor el estrés
por frío o calor y son
más fuertes ante
el embate de plagas
y enfermedades.
Sin embargo, ¿por
qué a veces no
sucede así?
•
¿Les estás dando
abono?
A lo mejor
no les estás apor-
tando abono o
fertilizante, no les
das la dosis que ne-
cesitan (tan negativo
es quedarse corto
como excederse), o
no lo estás haciendo
con la periodicidad
necesaria.
•
¿Les das el ferti-
lizante adecuado?
También puede ocu-
rrir que el producto
que estás utilizando
no se ajuste a las
necesidades de tus
plantas. Por ejemplo,