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LA MUY ‘FASHION’ CHOUPETTE
“Es una especie de Greta Garbo”, decía Karl Lagerfeld de su gata Choupette
hace un par de años en una entrevista en el suplemento
The Cut
de
New
York Magazine.
“Hay algo inolvidable en ella, en sus movimientos, en cómo
juega. Inspira elegancia. Y actitud”. Por algo cuenta una vieja leyenda orien-
tal que el gato de Birmania —o Sagrado de Birmania— de pelaje semilargo
y sedoso tiene los grandes ojos de color zafiro y las manos (y guantes)
inmaculados de una diosa, y el alma de un monje. Millones de
instragram-
mers
y usuarios de Twitter siguen el
Choupette’s diary,
una bitácora donde
aparece posando junto a Kendall Jenner vestida de Chanel, compartiendo
portada junto a Lagerfeld en
Madame Figaro,
a Gisele Bundchen en
Vogue
Brasil,
o a Laetitia Casta en
V Magazine;
posando para su amo para el calen-
dario de Opel Corsa de 2015… o presentando su libro,
The Private Life of a
High-flying Fashion Cat,
es decir, la vida privada de un gato
fashion
de altos
vuelos. Y es que esta minina consentida no viaja en bodega, como cualquier
gato, sino en primera clase, y no en una vulgar jaula, sino en una bolsa
Mo-
nogram
de Louis Vuitton (que, como Gucci, tiene modelos para mascotas).
Dos cuidadoras se ocupan exclusivamente de ella, además de su humano.
Choupette tiene apenas cinco años y ya ganó tres millones de euros en
2014 por un par de colaboraciones publicitarias: el mencionado calendario
2015 de Opel Corsa y una línea de cosméticos para Shu Uemura, opor-
tunamente bautizada
Shupette
e inspirada en el color de su pelo y el azul
de sus ojos. “No le permito hacer alimentación y cosas así. Es demasiado
sofisticada para ello”, decía Lagerfeld en
The Cut.
Si es verdad que “la mas-
cota acaba siendo un reflejo del narcisismo del dueño”, como dice el filósofo
Fernando Zavater, en el caso del
kaiser
Karl la máxima se cumple a rajatabla.
LA SIN EMBARGO DULCE GRUMPY CAT
Grumpy Cat es en realidad una paciente y dulce gata mestiza de cuatro
años, afectada de enanismo, lo que explica su pequeño tamaño, su progna-
tismo y sus ojos saltones, rasgos que le dan ese aspecto enfurruñado. Su
fama se inició en la red social Reddit cuando apenas tenía unos meses y
se disparó gracias a Youtube, donde los vídeos desmentían que esa cara de
cabreo fuera producto del Photoshop. Antes de que finalizara 2012 ya era
un fenómeno en Internet. Una celebridad de tal calibre obviamente tiene su
propia web
—, donde se puede conocer todo so-
bre ella y su día a día, y donde sus postales se mezclan hábilmente con la
explotación de su imagen en camisetas y calcetines, peluches y juguetes,
snacks
para gatos, pero también cómics sobre sus desventuras junto a su
hermano Pokey, varios libros y, de momento, una película en vídeo,
Grumpy
Cat’s Worst Christmas Ever
(las peores navidades de Grumpy Cat). También
tiene una
fanpage
en Facebook —TheOfficialGrumpyCat—, con 8,8 millo-
nes de
likes,
y una cuenta de Twitter —RealGrumpyCat—. Asiste a shows
de televisión, galas de la MTV, y ferias sobre mascotas como prescriptora
de alimentación y complementos para gatos. Su celebridad es tal que
cuenta con una doble de fibra de vidrio, silicona y pelo artificial en los
museos Madame Tussauds de San Francisco (en la foto) y Londres.
NADIE LE ENSEÑÓ
A TREPAR. PERO SABE
QUE DESDE LAS
ALTURAS SE VIGILA
MEJOR.
Confía en su instinto.
Cuando confías en el instinto de tu gato potencias su
inteligencia y le ayudas a desarrollarse respetando
su esencia. Por eso,
True Instinct
presenta una gama
de alta Nutrición Natural con ingredientes naturales,
inspirada en los que podría encontrar en la naturaleza.
Una
alimentación que mantiene sus instintos
despiertos para una vida plena y vibrante.
