Verde es Vida nº91

verdeesvida 37 PLANTAS DE INTERIOR Fotos: Flower Council of Holland ¡Muchos más de los que ves en estas páginas! Los anturios no dejan de sorprender con las infinitas variaciones de color y tamaño de sus brillantes espatas. Esta planta tropical que cultivamos dentro de casa no es solo una de las más decorativas sino también una de las más resistentes.  Anthurium andre- anum y A. scherze- rianum en algunas de sus múltiples versiones. ¡En tu centro de jardinería verás muchas más! EL ROJO ES SOLAMENTE EL COLOR más popular de los anturios. Su acharolada espata (la verdadera flor es el espádice co- loreado que surge alineado con el tallo) ha dado pie a toda una paleta de tonalidades verdosas, rosadas y cremas con atractivos degradados e incluso punteados… producto de las hibridaciones a partir de dos especies originarias de la América tropical: Anthu- Más información en verdeesvida.es : • Anthurium: la flor del amor • Anthurium de pequeños corazones • Las plantas de interior más resistentes ¿Cuántos corazones caben en los anturios? rium andreanum principalmente y A. scher- zerianum, de espatas más pequeñas y espá- dice ensortijado de color naranja. Además de esa amplia gama cromática, los anturios se presentan en una gran va- riedad de tamaños: desde ejemplares impo- nentes a compactos y minis. Son además, plantas purificadoras, capaces de eliminar sustancias nocivas del ambiente.  Los anturios son plantas resistentes gracias a la fortaleza de sus hojas coriáceas y sus raíces. Si se les ofrecen las mínimas con- diciones adecuadas pueden mantener sus brillantes flores durante meses y vivir largo tiempo. Sin embargo, suelen ser víctimas de una serie de errores bastante comunes: • Un ambiente frío o con cambios bruscos de temperatura: Estas plantas son tropica- les, por lo tanto necesitan un ambiente cálido sin grandes variaciones térmicas. Su temperatura ideal abarca desde los 18-20º a los 28º, nunca más de 35º ni menos de 15º. Con el frío las hojas empie- zan a amarillear y las flores a decaer. • Luz pobre o sol directo: El ambiente debe ser muy luminoso. Si es demasiado sombrío la planta perderá brío y dejará de dar flores. En la axila de cada hoja existe una yema que según las condiciones de luz puede evolucionar para formar una flor o una hoja. Tampoco la expongas al sol directo: los rayos pueden provocarle quemaduras. • Sequedad ambiental: Mucho cuidado con el efecto desecante de la calefacción. La humedad ambiental es otro de los factores Los errores que debes evitar en el cuidado de tus anturios clave en el bienestar de esta planta. Su ideal se sitúa entre el 60 y el 80%, de modo que necesitará pulverizaciones diarias. Rocíala a unos 15 centímetros de distancia con agua destilada o de lluvia (¡mucho mejor!). También ayuda el que la maceta esté colo- cada sobre un platito con guijarros y agua y esté rodeada de plantas frondosas. • Regarlos de más: Los anturios llevan mal el exceso de agua en el sustrato, que puede provocar la pudrición de las raíces. Antes de regar es obligatorio comprobar el grado de humedad de la tierra: la superficie debe percibirse seca. A modo orientativo: se debe- rían regar aproximadamente cada tres días en verano y una vez a la semana en invierno, según lo demande la planta. Si se riegan por inmersión, introduciendo la maceta en un cubo con tres o cuatro dedos de agua, el sustrato se humectará de forma progresiva y homogénea. Antes de devolverlos a su sitio hay que dejar que escurran completamente. • Regarlos de menos: En verano no deberían quedarse completamente secos (cuanto más pequeño el tiesto, mayor peligro). Si ocurre será necesario dejar la planta en un cubo con agua para que se rehidraten las raíces. • Darles demasiado abono: El exceso puede revertir en un crecimiento vegetativo rápido, quemaduras en las hojas, o gran vulnera- bilidad ante plagas como las cochinillas. Deberían recibir abono (mejor si es guano líquido) cada dos o tres semanas diluido en el agua de riego en dosis reducidas a la mitad. • Abrillantar las hojas: No le hace ningún bien a la planta. Si quieres limpiar las hojas utiliza un paño suave humedecido con agua y una pizca de jabón de potasa, de paso eliminas la cochinilla cerosa que pueda aparecer. • Dejarlos año tras año en la misma maceta: Cada dos o tres años agradecerán un cambio de tiesto y la renovación del sustrato (es aconsejable uno específico para plantas de interior) para que las raíces disfruten otra vez de una tierra aireada y rica. No olvides cubrir el fondo del tiesto con una capa de drenaje.

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