Verde es Vida nº91

54 verdeesvida pesados, con mayor facilidad para com- pactarse y enchar- carse, pero más ricos en nutrientes. Entre ambas tex- turas se encuentra el limo, de granulo- metría media. Los mejores terrenos para cultivar son los francos, es decir, los que tienen una mez- cla equilibrada de las tres texturas. Una manera de soltar los suelos arcillosos es hacer una enmienda con arena, que además se puede combinar con una de turbas gruesas y fibrosas o de mantillo, estiér- col o compost. Esta enmienda orgánica TÉCNICAS mos encontrarnos con suelos empobre- cidos o con desnive- les inadecuados. Paso 1: Limpieza y desbroce El primer paso es retirar los restos de suciedad, así como todas las plantas que se hallen en el lugar donde se va a plantar. Si contiene piedras hay que reti- rarlas también. Además, con toda seguridad, esa tierra contendrá muchas semillas de las plan- tas que la habían colonizado y que obligarían a realizar frecuentes escardas una vez instalados los cultivos. Una Cuando consegui- mos una parcela para montar nuestro primer huerto fami- liar, a menudo el terreno no cumple todavía los requi- sitos para instalar cultivos en él. Casi siempre se requieren una serie de trabajos que pongan esa par- cela a punto. Los terrenos que nunca se han utiliza- do para el cultivo o que llevan abando- nados mucho tiem- po pueden encon- trarse compactados, con demasiadas piedras, maleza (incluso árboles y arbustos), basura y otros restos. Otras veces pode- Para empezar a cultivar un huerto familiar es fundamental una buena preparación del terreno. De ello dependerá en gran medida el éxito de las cosechas. Aquí te contamos cómo hacerlo. Cómo preparar el terreno del huerto desde cero Texto_ Raúl González Ibarra, horticultor y periodista forma de reducir en alguna medida la cantidad de semillas es con la llamada falsa siembra. Se lleva a cabo una vez desherbado bien el terreno y consiste en regarlo abundan- temente para que germinen la mayor cantidad posible. A continuación se han de eliminar hacien- do, por ejemplo, una labor con motoa- zada. Este proceso se debería repetir en varias ocasiones para librarnos de la mayor cantidad posible de semillas. El inconveniente es que requiere tiempo. Debe llevarse a cabo antes del abonado. Paso 2: Enmiendas y abonado Una vez limpia y desbrozada la par- cela es importante saber el tipo de tie- rra para poder, en su caso, efectuar las enmiendas que sean necesarias para mejorarla. En cuanto a su tex- tura puede ser are- nosa, con una gra- nulometría grande y, por norma general, tendencia a tener mucha capacidad de drenaje del agua y a retener menos nutrientes. En el otro extremo están las tierras arcillosas, de granulometría pequeña y tendencia a ser terrenos más  En terrenos pe- queños, la azada es la herramienta clási- ca, aunque exige un gran esfuerzo.  La motoazada facilita enorme- mente la labor. En la foto, las fresas en plena acción. Fotos: Shutterstock; iStock tiene la capacidad de aligerar los sue- los arcillosos, pero también de aglutinar los que tienden a arenosos. Con los abonos compos- tados se consigue además un buen abonado de fondo y de liberación lenta para las futuras hortalizas. También se puede hacer un abonado de fondo con fertilizantes quí- micos pero no mejo- ra en nada la textura y puede reducir la actividad microbia- na del suelo. Los abonados de fondo se llevan a cabo antes de cada temporada de huerta, sin perjuicio

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