Verde es Vida nº93

verdeesvida 19 Más información: • gillesclement.com • domainedurayol.org • Una breve historia del jardín, Gilles Clément (2012, Ed. Gustavo Gili) • El jardín en movi- miento, G. Clément (2012, Ed. G. Gili) • Manifiesto del tercer paisaje, G. Clément (2014, Ed. G. Gili) • Gilles Clément, une écologie humaniste, Gilles Clément y Louisa Jones (2006, Ed. Aubanel)  En el jardín del Museo del Quai Branly, Gilles Clément plasmó su visión de la relación con la naturaleza como un animismo del siglo XXI.  Los jardines de Quai Branly son una ‘sabana arbórea’ donde las plantas crecen en libertad, un concepto paisajís- tico alejado del típico ‘jardín occidental’. crecer donde hay una posibilidad de vivir, es la expresión misma de la historia de la evolución en la Tierra. Lo vemos hoy con el cambio del clima: hay plantas que se van porque no pueden soportar las nuevas condiciones, y hay otras que vienen. Esta di- námica tan actual se ve claramente en Rayol. ¿Y el jardín del Museo del Quai Branly? En el Quai Branly lo que me gusta mucho es la visión animista. Su paisaje está ligado a las cosmologías de las poblaciones cuyas obras de arte están representadas en las salas del museo. La mayoría son animistas y los paisajes que les corresponden no son occidentales, no son árboles sobre un césped, no [ver Un jardín planetario junto al Sena en Verde es Vida nº91].  Fotos: Alamy; Claudine Robert animales, formamos parte de la naturaleza. Ecología humanista quiere decir que no podemos imaginar un sistema ecológico sin la presencia de la humanidad, que hay que encargarse de ello para que los humanos también puedan vivir, caso contrario es un suicidio. Es la gran diferencia con la visión de Gaia, que habla de plantas y animales y los hombres no existen. ¿Qué responsabilidad tiene el aficionado que cuida sus plantas en casa, el jardinero que se ocupa de mantener el jardín, el paisajista que diseña un proyecto, en el cuidado del planeta? ¿Cómo nos con- vertimos en sus jardineros? En los tres casos hay siempre un diálogo con seres vivos. Quien tiene una planta en el interior de su casa se hace cargo de la vida de esa planta; es a una escala minúscula, cierto. En el otro extremo, el arquitecto paisajista, que trabaja a una escala grande, es la misma cosa. Hay un diálogo con los seres vivos, cua- lesquiera sean: animales, plantas y humanos. Usted ha hecho mucha jardinería públi- ca, lo cual tiene la ventaja de una mayor libertad a la hora de proponer un concepto de jardín menos sujeto a las exigencias concretas de los jardines privados. ¿Cuáles son los que mejor representan sus ideas? Para mí un jardín no es una decoración, es un lugar donde vivimos en diálogo con todo lo demás. Puede que sea también un lugar donde podamos usar un balón de fútbol, pero eso no es lo más importante. Lo esencial es la presencia de lo vivo. Los dos jardines que considero más importantes de mi trabajo propio son el Domaine du Rayol y el jardín del Museo del Quai Branly. En el Domaine du Rayol hay un mantenimiento típico del jardín en movimiento. Los jardine- ros son fantásticos, son sabios, conocen muy bien las plantas, los insectos, los pájaros, y saben mantenerlo con un fantástico respeto. Quienes lo visitan están muy interesados en la diversidad, la variedad tanto de los paisa- jes como de las especies. Me gusta mucho. Es también una expresión de la mezcla de especies que provienen de varias partes del mundo pero son capaces de crecer en ese suelo y ese clima que es el del Mediterráneo. Plantas en movimiento... El movimiento de las plantas con el viento, los pájaros, las semillas que viajan y van a

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