Verde es Vida nº93

6 verdeesvida L os helechos reafirman que no son imprescindibles las flores para desempeñar un papel estelar en los jardines. Como plantas de sombra y semisombra no tienen rival. Ade- más, con innumerables opciones: desde los gigantescos helechos arbóreos Dicksonia an- tarctica * y Cyathea cooperi * a los minúsculos culantrillos (Adiantum) y el luminoso Blech- num spicant * (ahora llamado Struthiopteris spicant), que puede levantar del suelo apenas diez centímetros. Y entre todos ellos una multitud de especies y cultivares de frondas planas y rígidas, o blandas e intensamente texturadas, en una gama tonal de verdes que se declinan desde los más oscuros a los más luminosos, a veces con matices glaucos, ama- rillos, incluso rojizos, o reflejos metálicos. En España, el norte atlántico y muchas zonas de las islas Canarias y Andalucía ofre- cen las condiciones de humedad ambiental y temperatura ideales para incorporar helechos a los jardines. En otros enclaves, más secos y cálidos, se pueden cultivar a la sombra de los árboles de hoja caduca o de un muro que los resguarde de la fuerza del sol. Es el caso de la bordura de sombra que ocupa el lateral de la reja del Real Jardín Botánico de Madrid- CSIC, creado por el estudio de paisajismo Ur- quijo-Kastner. Bajo la arboleda, dos especies de hoja dura y superficie brillante, el Cyrto- JARDINERÍA Frescor de helechos en los jardines Reinan en la semisombra y la sombra de los jardines evocando el frescor de los ambientes húmedos y una placentera serenidad. Siempre hay un lugar para el verdor de las frondas de los helechos, con sus inigualables texturas, formas y tonalidades. En España propicia su cultivo el clima atlántico, pero en zonas más secas también se puede contar con ellos si se protegen del sol. mium falcatum *, el singular helecho ‘acebo’, y el Asplenium scolopendrium *, de frondas enteras de un luminoso color verde, demues- tran que son compatibles con el severo clima de la capital. En otro jardín diseñado por este estudio, en este caso en una urbanización del oeste de Madrid, es la sombra de una pared muy alta la que protege la plantación de som- bra, donde destaca otro helecho sumamente apreciado: el Polystichum setiferum * . Al ser perennifolio mantiene sus largas frondas plumosas todo el año, aquí en una bordura que comparte con boina de vasco (Farfugium japonicum), Salix purpurea ‘Nana’ y plantas de flores blancas como el madroño, la Chois- ya ternata * , tan olorosas, y una vivaz como el Centranthus ruber ‘Albus’. En el norte atlántico Su experiencia con los helechos ha dado un paso más en unos jardines de reciente crea- ción en un pueblo de Ourense. “Ocupan pa- tios abiertos por un lado entre los distintos edificios, donde disponen de humedad y pro- tección”, cuenta Miguel Urquijo. En parterres de tierra ácida y mantillo de hojas, la Cyathea cooperi está llamada a cumplir un papel prin- cipal, arropada por un variado elenco de he- lechos: Cyrtomium fortunei*, Struthiopteris spicant, Dryopteris affinis*, Asplenium scolo- pendrium, Woodwardia radicans*.. .  Las grandes frondas del helecho arbóreo Dicksonia antarctica dominan en estas dos imáge- nes de jardines en Oiartzun, Guipúzcoa, diseñados por Lur Paisajistak. En la foto de la derecha, el jardín de hortensias azules de Lur Garden.  Frondas de Polystichum seti- ferum en contraste con las hojas en forma de boina de un Farfugium japo- nicum, en un jardín de Madrid diseñado por los paisajistas Urquijo-Kastner.  Cyathea cooperi en rápido desarro- llo en un jardín de Urquijo-Kastner en Ourense. Compar- te parterre con el helecho Blechnum spicant, Mahonia eu- rybracteata, Hakone- chloa macra, Liriope muscari y Farfugium. japonicum . Fotos: Claire Takacs; Urquijo-Kastner E. de Paisajismo; Lur Paisajistak 

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