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verde
es
vida
MASCOTAS
Grumpy Cat a su
llegada a la gala de la
MTV en Los Ángeles,
en 2014. En la página
derecha, en manos
de Tabatha Bundesen,
su dueña, junto a su
réplica en el museo de
cera de San Francisco.
Choupette posando
para el diseñador Karl
Lagerfeld para el calen-
dario 2015 de Opel Corsa,
en un retrato y junto a
Gisele Bundchen en la
portada de
Vogue Brasil
.
FOTOS: ALAMY; CHOUPETTE’S DIARY
Las dos caras
de las ‘it cats’
La bella Choupette y la eternamente enfurruñada Grumpy Cat
son las caras más famosas de una fiebre gatómana que se
alimenta en Internet de miles de vídeos de gatos traviesos
y ha multiplicado su presencia como mascotas en miles
de hogares en todo el mundo. En términos de celebridad
(e ingresos) estas dos ‘it cats’ superan a cualquier ‘it girl’.
UNA ES UNA SOFISTICADA GATA
de Birmania de pelo largo blanco y enormes
ojos azules, el
alter ego
gatuno de su célebre
dueño. Toda una modelo que tiene cuenta
propia en Instagram con cerca de 90 millo-
nes de seguidores y una envidiable fortuna
personal
de tres millones de euros, ganados
solo en un año por participar en un par de
acciones de marketing. Se llama Choupette y
es la mascota del diseñador de moda y direc-
tor creativo de Chanel, Karl Lagerfeld.
La otra es todavía más famosa y ha he-
cho inmensamente rica a su dueña, Tabatha
Bundesen: se llama Tardar Sauce, es decir
salsa tártara, aunque todo el mundo (literal-
mente, o casi) la conoce como Grumpy Cat,
o gato gruñón. La viralización de su cara
acompañando frases en las redes sociales la
han convertido en toda una estrella, que hoy
sirve de reclamo a marcas de alimentación y
complementos para gatos y ha generado un
gigantesco negocio de
merchandising…
Pocas
it girls
llegan a tanto. Estas
it pets
son
la guinda del fenómeno de la gatomanía, que
a su vez forma parte de una fiebre global por
las mascotas: solo en Europa suman 284 mi-
llones y en Estados Unidos 312 millones.
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