Verde es Vida nº 90

56 verdeesvida Foto: Floramedia LA BERENJENA PREFIERE UN CLIMA cálido y seco. Originaria de Asia, la Solanum melongena no soporta las temperaturas bajo cero, así que el final de las heladas en prima- vera y su vuelta en otoño-invierno marcarán los límites de su cultivo en tu zona. Como la temperatura de cultivo debe ser alta, será necesario hacer un semillero en in- vernadero o en un lugar soleado de la casa para asegurar que las plántulas que germinen tengan calor suficiente para desarrollarse. Utiliza para ello bandejas de alveolos y siem- bra a razón de 3-4 semillas en cada uno a 1-2 cm de profundidad. Puesto que la fecha de plantación depende de la región climática, piensa que deberías hacer tus semilleros un par de meses antes de llevarlas a tierra, lo que sería al acabar las heladas. Por lo tanto, pue- des iniciarlos ya en enero y hasta abril. Lleva las plántulas al huerto o el jardín cuando tengan unos 10-12 centímetros. El marco de plantación ha de ser de 60-70 por 70-80 cm. Escoge siempre la exposición más soleada posible. No es un cultivo demasiado exigente en cuanto al tipo de suelo, pero es clave evitar los que favorezcan el encharca- miento. En el momento de plantar es impor- tante aportar abono orgánico a la tierra. Berenjenas injertadas listas para plantar En los centros de jardinería encontrarás tam- bién planteles de berenjenas listos para plan- tar en el huerto. Algunos son de berenjenas injertadas sobre otra especie del mismo gé- nero —Solanum torvum, por ejemplo— para mejorar su sistema radicular. De esta manera se adaptan mejor a los suelos difíciles y resis- ten mejor algunas enfermedades de las raíces. El desarrollo del cultivo Las matas de berenjena desarrollan entre 0,50 y un metro de altura. No es imprescin- dible podarlas ni entutorarlas; de hecho, es bastante común verlas así en los huertos fa- miliares. Sin embargo, la poda y el entutora- do mejoran la aireación y la iluminación de las plantas, y dan pie a frutos algo más gran- des y menos abundantes que si se dejan las matas sin tocar. En ese caso, en el momento de la plantación hay que clavar un tutor de un metro, al que se debe ir atando el tallo principal para que no se tuerza. A medida que la mata vaya desarrollándose se han de elegir entre tres y cuatro ramas principales para formar la estructura de la planta. Los chupones que surjan en las axilas de las ho- jas se deben podar como se haría con una tomatera. Cultivando las berenjenas de esta forma se consigue que las ramas no se quie- bren con el peso de los frutos, y que éstos no toquen la tierra y se estropeen (sobre todo en climas húmedos). A medida que vaya cre- ciendo la planta conviene eliminar las hojas secas y los rebrotes de la parte baja. Si bien soporta cierto grado de sequía, el 90% de la berenjena es agua, de manera que precisa riego frecuente y abundante.  ¡Cultiva tus propias berenjenas! Aunque nativa de Asia, la berenjena es desde hace siglos uno de los cultivos más emblemáticos del Mediterráneo. Además de fácil de cultivar, la planta es muy decorativa, con unas delicadas flores lilas y frutos en una amplia gama de formas y colores. Hasta abril tienes tiempo de hacer los semilleros, aunque también puedes comprar planteles listos para plantar cuando pasen las heladas. Texto_ Raúl González Ibarra, horticultor Cuándo es el mejor momento para cosecharlas La berenjena se empieza a cosechar aproximadamente a partir de 2,5-3 meses del trasplante. Los frutos se deben coger antes de que maduren y se desarrollen las semillas. Si se tarda más se corre el riesgo de que amarguen. Un síntoma de que han madurado es la pérdida de brillo y el cambio de color hacia un morado más claro. Recuerda que el tamaño no es un indicativo de madurez. Algunas berenjenas pequeñas se pueden pasar sin que lleguen a crecer. Emplea una tijera de podar para separarla de la rama y evitar desgarros. Y procura ponerte guantes, ¡pinchan! HUERTO

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