El riego de las que están dando flor
• En el caso de las azaleas no debes descuidarte (ver artículo); sus finas raíces son tan sensibles a la falta de agua como al exceso. Riégalas por inmersión, mejor si es con agua de lluvia o reposada; unos 5-10 minutos bastan. Vigila que el sustrato siempre esté moderadamente húmedo, pero no encharcado.
• También conviene regar por inmersión el ciclamen (consulta la ficha), la poinsettia, la saintpaulia y las orquídeas Phalaenopsis y Cymbidium (consulta la ficha). Pero evita el encharcamiento, que puede provocar la asfixia de las raíces y la aparición de hongos de pudrición. Aléjalos del calor y la sequedad que produce la calefacción, y manténlos en un lugar luminoso y fresco (no frío), y fuera de las corrientes de aire. Elimina las flores marchitas para que la floración se prolongue.
El riego de las plantas verdes
• Excepto los helechos, que siempre necesitan un sustrato húmedo, el resto de las plantas de interior solo exigen ahora humedad ambiental y riego ocasional. Otras, como la pachira (ver ficha), la zamioculca (ver ficha) y las sansevierias (ver), no deben regarse en absoluto. No obstante, es necesario mantener la humedad ambiental pulverizando el follaje.