Cactus, a salvo de la lluvia
El exceso de agua no favorece a los cactus, que pueden sufrir pudrición. Si están expuestos a la lluvia, cúbrelos, pero no dejes la protección de forma permanente. Tampoco se han de regar si la temperatura baja de 10 grados. Ver artículo.
El jardín acuático y el frío
• Si tienes un jardín acuático procura que no se llene de hojas secas (cubrirlo con una red resulta muy útil): extráelas regularmente junto con la vegetación muerta.
• A medida que el tiempo se vaya haciendo más frío deja de alimentar a los peces.
• Quita y limpia las bombas y surtidores, y guárdalos a salvo de las heladas.
• Retira las plantas flotantes más delicadas y ponlas a resguardo en cubos con agua.
• Para impedir que la superficie del estanque se congele arroja una pelota de goma o un trozo de madera, que absorberán el exceso de volumen.
Áticos y terrazas, protegidos del viento y las heladas
Los áticos ajardinados y las terrazas están especialmente expuestos al viento y el frío, de modo que tendrás que tomar precauciones extra para proteger plantas y tiestos.
• Si es factible, instala pantallas que atajen especialmente las ráfagas de los vientos del norte.
• Cubre los ejemplares más delicados con fundas o mantos de hibernación, llévalos a un lugar resguardado, o colócalos contra una pared que mire al sur.
• Acolcha con corteza de pino el sustrato.
• Si no llueve, no dejes de regar las plantas, especialmente las que cultivas en tiestos o jardineras, de paso las protegerás del efecto de las heladas.
• Los contenedores y tiestos que pudieran resquebrajarse deben ser envueltos con arpillera o plástico de burbujas.