Dales abono cada dos semanas
Continúa aportando a las plantas verdes de interior un fertilizante líquido rico en nitrógeno, disuelto en el agua de riego. Estimularás el crecimiento y conseguirás hojas más verdes. Hazlo cada 15 días sobre el sustrato húmedo. En noviembre deberás espaciar la aplicación de abono, ya que la actividad vegetativa de las plantas entrará en fase de reposo.
Espacia los riegos, pero procúrales humedad ambiental
A menos calor, menor necesidad de agua. En el caso de algunas especies debes dejar que la tierra se seque entre uno y otro riego. Pero sigue procurándoles humedad mediante pulverizaciones de agua destilada o desmineralizada, preferentemente (no mojes las flores). La mañana es el mejor momento del día para regarlas. Limpia las hojas de polvo: las lisas y grandes con un paño húmedo y las vellosas con un pincel suave.