Descripción
Son capaces de florecer en medio de la nieve y soportar grandes fríos (USDA 5): los eléboros dan color al jardín en el invierno. Este género de herbáceas rizomatosas abarca unas 20 especies, entre ellas el Helleborus niger, o rosa de Navidad (en la foto), y numerosos híbridos con flores de bellos colores que van del blanco verdoso al púrpura oscuro, o punteadas de violeta o rojo sobre tonos claros.
Hojas
Las hojas son verdes, coriáceas y en general perennes. Las matas alcanzan entre 30 centímetros y un metro de altura, según la especie.
Flores
Las flores, solitarias o en grupos de dos o tres, surgen entre noviembre y abril, según la variedad y el clima. Su parte más vistosa está formada por los sépalos; los verdaderos pétalos son muy pequeños, tubulares, y aparecen entremezclados con los numerosos estambres. Algunos cultivares presentan flores dobles; es el caso del Helleborus orientalis ‘Gunther Jurgl’, por ejemplo, en el que los sépalos lucen además un punteado rosa.
Cultivo
Se deben plantar durante el otoño o la primavera. Crecen rápidamente si se emplazan en semisombra, en un suelo rico en materia orgánica, neutro o alcalino, y húmedo pero con buen drenaje. Resisten varios grados bajo cero. Se multiplican por división de mata en otoño.
Cuidados
No exigen grandes cuidados, pero conviene una limpieza tras la floración y la fructificación, y un aporte de compost. Sus enemigos son la podredumbre gris y los pulgones.
De interés
Todos los eléboros son tóxicos: producen un efecto purgante y afectan al corazón.
Foto: Dietmut Teijgeman-Hansen