Descripción
Es una planta que ha estado presente en los patios (en la foto, en uno de Sevilla) y portales toda la vida y que incluso se suele ver en las calles estrechas de no pocas ciudades y pueblos de las regiones de clima benigno de la Península y Baleares por su capacidad para vivir con pocas horas de sol directo, incluso en sombra total, y su escasa demanda de cuidados. Su interés radica en sus grandes y abundantes hojas coriáceas de lustroso color verde oscuro, reunidas en densas matas de unos 60 cm de altura en forma de vaso, que desbordan elegantemente las macetas, su lugar de cultivo preferente. A ello se suman cualidades como su tolerancia a la sequía y la contaminación ambiental. Vive muchos años.
Plantas, hojas, flores y frutos
La aspidistra es una vigorosa vivaz provista de rizomas de los cuales surge el follaje al cabo de largos pecíolos. Las hojas son largas y elípticas, de 20-45 cm por 8-10 cm de ancho; inicialmente son de color verde claro y se oscurecen progresivamente. Algunas lucen variegaciones en forma de listas, manchas o punteados blancos o crema. Hacia finales del invierno, las plantas maduras producen minúsculas flores sin interés, seguidas de pequeñas bayas esféricas.
Cultivo y cuidados
Disfruta de los sitios luminosos, fuera del sol directo, y los ambientes ventilados, protegidos del efecto desecante del viento, pero se adapta a los interiores cargados y con poca luz. El sustrato ha de ser humífero, fresco (con un cierto grado de humedad) y bien drenado; el exceso de agua podría causar manchas marrones en las hojas o la pudrición del rizoma. Precisa riego moderado y fertilizante para plantas verdes cada 15 días entre marzo y octubre; el resto del año necesitará menos agua y se puede suspender el abonado. Un exceso de nitrógeno podría conducir a una pérdida de las variegaciones. Cada dos años, aproximadamente, conviene extraerla del tiesto, eliminar las raíces y rizomas muertos y renovar el sustrato; se puede aprovechar para obtener más ejemplares cortando secciones del rizoma con unas pocas hojas. El mantenimiento se reduce a eliminar las hojas secas o demasiado viejas y estropeadas; para que conserven su lustre solo hay que repasarlas con un paño suave humedecido con agua; no se recomienda usar abrillantadores. Se debe proteger de los caracoles y babosas, así como de la araña roja, que prolifera gracias al calor y la sequedad ambiental.
Usos
En maceta en patios, porches e interiores luminosos, aunque también puede vivir en sombra. En el suelo del jardín, fuera del sol directo y en sombra seca, al pie de árboles y bambús.
Foto: Hanako
* Cuenta con el Award of Garden Merit de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.