Descripción
El alcanforero podría servir perfectamente de arquetipo del árbol por su armónica y brillante copa, fruto de una buena estructura de ramas y un luminoso follaje verde. Este precioso árbol nativo del sur de la China, Taiwán y Japón destaca en cualquier parque o jardín. Es feliz donde las temperaturas son suaves (zonas 9-10) y no tolera las heladas, por eso en España solo vive bien en la Cornisa Cantábrica y las regiones próximas al Mediterráneo. Desarrolla entre cinco y 15 metros de altura y crece rápidamente. De su madera y hojas se ha extraído tradicionalmente el aromático aceite de alcanfor.
Tronco y follaje
Los ejemplares añosos exhiben troncos verdaderamente esculturales, recubiertos, así como las ramas, de una corteza grisácea muy rugosa. El follaje es perenne y está formado por hojas coriáceas ovales y acabadas en punta; lucen matices rosados cuando nacen y adquieren un tono verde vivo que resplandece bajo el sol. En la variedad glaucecens son azuladas. Cuando las hojas van a caer se vuelven de un intenso color rojo. Desprenden un olor agradable cuando se estrujan.
Flores y frutos
Las flores son insignificantes, de color blanco crema o amarillento. Atraen a las mariposas. Dan paso a pequeñas drupas redondas de color azul oscuro o negro, no comestibles, que encierran una semilla de gran dureza.
Cultivo y cuidados
Puede situarse a pleno sol o en semisombra, en un lugar donde esté protegido de las heladas y el viento, que puede quebrar las ramas más delgadas. Prefiere los suelos ricos, frescos y ligeros, y por lo tanto bien drenados. No obstante, se adapta a otros sustratos, así como a cualquier pH. Las mejores épocas para plantarlo son la primavera y el otoño. El riego ha de ser moderado o escaso una vez establecido. No sufre plagas ni enfermedades reseñables y no necesita poda, o en todo caso ligera.
Usos
Debe plantarse en un lugar del parque o jardín donde pueda desarrollar y lucir su gran porte sin impedimentos. Es también un buen árbol de sombra. Tiene un sistema radicular muy potente, de modo que se debería evitar la proximidad a construcciones y pavimentos. Se puede cultivar también en un gran contenedor.
Foto: Istockphoto