Mascotas en versión ‘mini’
Las mascotas toy (juguete) son más fáciles de alojar, mucho más baratas de mantener y ofrecen la misma compañía fiel pero en tamaño operativo para el estilo de vida urbano. Perros, gatos, conejos… ¡hasta gallinas en miniatura!
Los pequeños Yorkshire son, después de los perros Labrador, la raza canina más popular en España. Estos terriers suelen pesar entre dos y poco más de tres kilos. Copyright: istockphoto / Michael PhillipsRazas pequelas han existido siempre, pero en los últimos años se ha convertido en tendencia reducir su tamaño para pasar del concepto animal de compañía al de animal de bolsillo. Por ejemplo, las razas de perros miniatura no superan los cuatro kilos de peso en ejemplares adultos (menos que un gato), y en conejos, alrededor de 1,5 kilos como máximo.
La alimentación de un mini requiere mucha menos cantidad de comida y, por tanto, menor gasto. Además son mascotas fáciles de transportar, pueden acompañar siempre a su dueño en una mochila, una bolsa e incluso en brazos, y se pueden llevar más fácilmente (y más barato, en caso de un vuelo) en cualquier medio público o privado.
Los puntos débiles de los ‘minis’
Pero su tamaño también exige contrapartidas, sobre todo en alimentación. Su aparato digestivo es muy pequeño y tiende al estreñimiento o a padecer problemas como las flatulencias si el animal es sobrealimentado o la dieta es demasiado calórica. En perros ha de ser escasa en azúcares o grasas, y no conviene superar las 350-450 calorías diarias.
El sobrepeso en animales con una estructura ósea tan pequeña conlleva más riesgos, por eso la mayoría de las marcas especializadas ya han desarrollado líneas de alimentación específicas para mascotas mini en cada grupo de edad.
El carácter de un perro mini no presenta características especiales de por sí, a pesar de la creencia de que suelen ser por naturaleza más escandalosos o territoriales para llamar la atención y evitar que les pisen. Sin embargo, los expertos suelen culpar a los humanos de ese comportamiento caprichoso: por su tierno aspecto de minipeluches, a menudo los dueños los malcrían tratándolos como bebés consentidos. Siguen siendo perros, no hay que olvidarlo. También conviene vigilar a los niños: que no los tomen por juguetes y los traten con demasiada brusquedad.
Las razas caninas presentan la mayor variedad de mascotas mini: desde el Chihuahua, el Bichón Frisé, el Bichón Maltés y el Papillón, razas pequeñas de por sí y sin necesidad de miniaturización, a otras que van reduciendo su tamaño por selección genética con versiones toy, por ejemplo Caniche, Pomerania, Pekinés, Yorkshire Terrier, Shih Tzu, Teckel y distintas razas Spaniel.
El mundo felino no se presta a tanto juego de cruces y, según Royal Canin, las asociaciones oficiales no admiten como tal las razas de gatos toy. Pero sí existen las versiones enanas, que para el caso es lo mismo, en especial la Munchkin pura y sus diferentes cruces.
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