Su follaje aporta deliciosos aromas y sus esbeltas espigas florales, sutiles violetas y blancos verdosos, o un abanico de tonos anaranjados. Los agastaches, vivaces de vida corta y larga floración, conforman un grupo de plantas sumamente interesantes, aptas para los jardines mediterráneos.
Son mucho menos conocidos que otras aromáticas de la misma familia (Lamiáceas), como los tomillos, las salvias o las mentas. Sus hojas también son perfumadas (con ellas se elaboran aromáticas tisanas) y sus diminutas flores con pétalos en forma de labios se reúnen en espigas muy ricas en néctar.
Cubiertos de flores, los agastaches captan la atención en los jardines desde mayo-junio hasta la llegada del frío en otoño, en (buena) compañía de otras vivaces de flor y gramíneas. Las visitas de abejas y mariposas dan pie a una gran producción de semillas.
Cubiertos de flores, los agastaches captan la atención en los jardines desde mayo-junio hasta la llegada del frÃo en otoño. Viven a gusto a pleno sol en cualquier suelo de jardÃn bien drenado o en las jardineras de una terraza.
Viven a gusto a pleno sol en cualquier suelo de jardín bien drenado o en las jardineras de una terraza. Soportan el frío (hasta -12°) y suelen perder la parte aérea. Rebrotan en primavera, excepto si se produce un exceso de humedad, a la que son muy sensibles, en cuyo caso se tratan como una planta anual.
Los agastaches más utilizados suelen ser el Agastache foeniculum, oriundo del centro y norte de América del Norte, y el Agastache rugosa, asiático. Dan flores en la gama de los violetas, o blancas con tintes verdosos, al igual que sus híbridos.
Agastaches para climas cálidos y secos
Últimamente se han introducido en la jardinería especies nativas del sur de Estados Unidos y México, como el Agastache aurantiaca y sus cultivares, el Agastache astromontana y el Agastache rupestris. Conforman matas compactas de color gris verdoso con espigas florales de tonos salmón, caldero o rosa, grandes y de aspecto ligero. Por sus zonas de origen están adaptados al calor y la sequía, en especial el Agastache rupestris, de baja demanda de agua y mantenimiento.
Todos los agastaches que mencionamos se producen en España.
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Agastache rugosa f. albiflora
En su forma albiflora, este agastache asiático de hojas grandes (menta coreana) emite flores blancas. En la especie tipo son lilas. Las plantas desarrollan 100-120 cm de altura y 50-100 cm de extensión.
Foto: Shutterstock
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Agastache foeniculum
Tanto sus flores como su follaje huelen a hinojo. En la foto, sus espigas aliladas en contraste con una Deschampsia ‘Goldtau’ dorada en un jardÃn de Piet Oudolf en Holanda. Las plantas desarrollan 60-100 cm de altura y 50-100 cm de ancho.
Foto: Locus Amoenus
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Agastache aurantiaca
Grandes espigas florales anaranjadas caracterizan a esta especie que ha dado pie a numerosos cultivares. En la foto, ‘Apricot Sprite’, que tolera el calor y la sequÃa. Las planas desarrollan 30-60 cm de altura y 30-45 cm de extensión.
Foto: iStock
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Agastache astromontana
En sus esbeltas espigas, las florecillas se agrupan en marcados verticilos. En la foto, ‘Pink Pop’, un cultivar compacto de flor rosa. Las plantas desarrollan 40-50 cm de altura y 40-50 cm de extensión.
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Agastache rupestris
Nativo de las montañas de Nuevo México y Arizona, este agastache se distingue por la filigrana gris de su follaje y sus grandes y transparentes espigas rojizas. Las pantas desarrollan 50-70 cm de altura y 30-50 cm de extensión.
Foto: Waterwise Gardening