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Alfombras vivas para reemplazar el césped

El cambio de paradigma en el uso del césped en los jardines, impulsado por la sequía y las restricciones de riego, conduce a su uso en superficies muy acotadas y a buscar alternativas en las plantas tapizantes para climas secos y cálidos. Algunas se extienden entre los parterres y los caminos como una fina alfombra. Todas las que mencionamos en estas páginas dan flor y admiten distintos grados de pisoteo.

Falkia repens (1), Frankenia laevis (2), Matricaria tchihatchewii (3), Phyla nodiflora o Lippia nodiflora (4), Dymondia margaretae (5) y Thymus praecox 'Pseudolanuginosus'(6).

Acorde con una escasez de agua cada vez más acuciante, las clásicas praderas de césped están condenadas a desaparecer en las zonas de clima mediterráneo, o al menos a ser redimensionadas para reducirlas a lo imprescindible. A su alta demanda de riego, los verdes y mullidos céspedes, típicos de una idea de jardinería del norte de Europa donde la hierba impide la formación de barro, se suma la necesidad de dedicarles continuos cuidados si se desea un tapiz impecable.

La rica flora mediterránea proporciona alternativas al césped mediante una serie de vivaces, muchas de ellas tapizantes, que no solo están mejor adaptadas a nuestros climas y suelos sino que además producen flores.
La rica flora mediterránea proporciona alternativas al césped mediante una serie de vivaces, muchas de ellas tapizantes, que no solo están mejor adaptadas a nuestros climas y suelos, y por lo tanto reclaman menos agua, abono y mantenimiento, sino que además aportan flores, de gran importancia para la biodiversidad, algunas incluso aroma, y sobre todo un aspecto más armónico con el paisaje. Exigen mucho menos riego y mantenimiento, excepto una escarda manual de las hierbas espontáneas hasta haber colonizado el suelo, y pueden soportar el pisoteo normal de un jardín doméstico, aunque no intensivo.

Para zonas donde no crece el césped

Algunas de estas tapizantes incluso se usan para cubrir zonas de sombra, algo que el césped no puede solucionar. Es el caso de la Dichondra repens, que se distingue por sus minúsculas hojas verdes en forma de riñón y se usa sobre todo como ornamental puesto que casi no tolera el pisoteo, y la Dichondra argentea ‘Silver Falls’, plateada y por lo tanto solo para pequeños espacios por la estridencia de su follaje, aunque más pisable. Se extienden creando un denso tapiz cuyo espesor depende de su exposición a la luz y la humedad del sustrato: unos 3-5 cm en sol tamizado y suelo seco y unos 10-15 cm en sombra y suelo fresco. También se usa como tapizante de semisombra y sombra la Soleirolia soleirolii, nativa de Córcega y Cerdeña. En los climas templados y cálidos, estas vivaces mantienen el follaje todo el año siempre que reciban riego regular en verano, pero pueden perderlo si pasan sed o la temperatura baja de -1°.


Phyla nodiflora, Lippia nodiflora

Pleno sol o semisombra. Tolera hasta -12° ↕ 2-10 cm  Flor: mayo-octubre

Cuanto más sol, más baja es la bella alfombra de color verde fresco que forma esta vivaz que además produce abundantes flores melíferas de color rosa pálido. En las áreas donde el termómetro no baja de 1° conserva el follaje todo el año, pero puede perderlo con temperaturas inferiores a causa del frío, o por falta de agua, aunque luego lo recupera. Soporta el pisoteo intensivo, la caliza y el aire marino. Se extiende rápidamente y es perfecta para cubrir las juntas del pavimento.


Thymus praecox
y otros

Pleno sol. Tolera hasta -16° ↕ 1-2 cm  Flor: mayo-julio

Entre los tomillos tapizantes, son el Thymus praecox y sus diversos cultivares los que toleran mejor el pisoteo, en especial el ‘Pseudolanuginosus’ (en la foto 6), cuyas minúsculas hojas perennes lanosas lucen pequeños pelos blancos. Estos tomillos se extienden como un delgado tapiz suavemente aromático y emiten flores rosadas no muy abundantes; en el ‘Albiflorus’ son blancas, y rojas en el ‘Red Carpet’. Otras opciones son el Thymus hirsutus (↕ 1-3 cm) y Thymus ciliatus (↕ 1-3 cm). Estos tomillos crecen rápidamente si reciben agua durante su implantación. Más información en Un jardín con aroma a tomillo.


Frankenia laevis

Pleno sol. Tolera hasta -17° ↕ 1-2 cm  Flor: primavera

El llamado brezo o tomillo de mar se vale de sus estolones para enraizar y crear un denso y vigoroso manto verde oscuro que con el frío se tiñe de tonalidades cobrizas y violáceas. Se llena de pequeñas flores rosadas en primavera. En su hábitat natural vive con poca agua, pero en los jardines requerirá un poco más para no sufrir calvas. No precisa siega y su espesor depende de la frecuencia del pisoteo. Soporta relativamente la sequía, los suelos salinos y los aerosoles de agua de mar.


Falkia repens

Pleno sol. Tolera hasta -5° ↕ 4-5 cm  Flor: primavera y verano

En las zonas de clima suave, al sol o en sombra ligera, la Falkia repens derrocha sensación de frescura gracias al intenso color verde de sus pequeñas hojas redondeadas y sus flores de un tono rosado casi blanco que en algunos momentos del año la convierten en una verdadera alfombra florida (es pariente de las ipomeas). Proviene de la región del Cabo, en Sudáfrica, por lo tanto es capaz de soportar la sequía, aunque siempre que ya esté bien establecida. Se expande rápidamente y se suele usar en jardines con poco riego, de grava, bajo los árboles y en las juntas del pavimento. No tolera la sal en los suelos ni el aire marino.


Dymondia margaretae

Pleno sol. Tolera hasta -6° ↕ 1-2 cm  Flor: marzo-julio

Esta cubresuelos perennifolia sudafricana de hojas coriáceas estrechas y rígidas tolera la sequía mejor que otras. Forma un fino tapiz entre verde y gris acerado en el que asoman pequeñas margaritas amarillas desde la primavera al verano. Resiste un pisoteo moderado y es óptima para pequeñas superficies y para tapizar las juntas entre las piedras de los enlosados. Necesita un sustrato bien drenado y bastante profundo, y acepta los calizos e incluso salinos. Soporta el viento marino.


Matricaria tchihatchewii

Pleno sol. Tolera hasta -20° ↕ 2-4 cm  Flor: primavera y verano

Durante la primavera, y de nuevo en el verano, esta pariente de la camomila se convierte en una alfombra de margaritas nectaríferas blancas sobre un follaje finamente dividido. Nativa de Asia Menor, es una vivaz perennifolia de rápido crecimiento que requiere más agua que las demás y un suelo arenoso, rico en materia orgánica y medianamente húmedo. Admite un pisoteo medio y únicamente si está sin flor. Se suele segar tras la floración.


Agradecemos a Enric Sancho, director técnico del vivero Cultidelta, la selección de especies y la información aportada.

Más información:

Plantas tapizantes, una alternativa al césped

  • Dichondra repens
    Dichondra repens

    La Dichondra repens luce pequeñas hojas en forma de riñón y se usa como tapizante ornamental en zonas de sombra. Casi no tolera el pisoteo.
    Foto: Semillas Batlle

  • Soleirolia soleirolii
    Soleirolia soleirolii

    También se usa como tapizante de semisombra y sombra esta cubresuelos de minúsculas hojas, nativa de Córcega y Cerdeña. Se comporta como perennifolia en los climas templados y cálidos. Pierde el follaje si pasa sed o la temperatura baja de -1°.
    Foto: Hanako

  • Dichondra argentea
    Dichondra argentea

    El brillante follaje plateado de la Dichondra argentea ‘Silver Falls’. Es más pisable que la Dichondra repens, pero dada su luminosidad solo se recomienda para espacios pequeños.
    Foto: Hanako

Reportaje completo nº 102 >> página 36