Suculentas: ¡el verano no puede con estas plantas!
Con estas plantas puedes irte de vacaciones en verano con la tranquilidad de que a tu vuelta las encontrarás tan felices y contentas. Muchos ágaves y crásulas no solo resisten perfectamente el calor, el sol y la escasez de agua, sino que incluso los disfrutan. En macetas individuales, o en el suelo del jardín, solas o mezcladas, estas plantas tan poco exigentes enamoran con su repertorio de formas y colores.
En este porche, los tiestos individuales de terracota roja sobre patas armonizan la colección de ágaves, crásulas (en primer plano las rastas de las ‘Hottentot’) y eucaliptos mini. Foto: Flower Council of HollandHay una serie de plantas que pueden quedarse solas en vacaciones, incluso sin agua y a pleno sol, y recibirte intactas a tu vuelta. Son las que ves en esta página: ágaves, crásulas y el eucalipto ‘Little Boy’, ideal para tiestos por su pequeño tamaño. Forman parte de la colección Carefree Summer del Flower Council of Holland, Plantas protagonistas de agosto. Si cuentan con un suelo poroso, reciben el riego justo (escaso) y se protegen de las heladas fuertes y el frío intenso (soportan hasta -7º, zonas 9-10), resultan prácticamente inmunes. No piden más.
Las especies del género Crassula asombran por su diversidad de formas. Las más populares tienen silueta de arbolito y hojas redondeadas (Crassula ovata o Crassula portulacea y Crassula arborescens), pero hay otras que parecen rastas, como la Crassula rupestris ‘Hottentot’.
El eucalipto ‘Little Boy’ dulcifica este conjunto de suculentas con su follaje perenne azul plateado, formado por pequeñas hojas redondas. Puede alcanzar entre dos y tres metros de altura, pero la poda permite mantenerlo del tamaño deseado. Tolera muy bien los recortes, incluso si son frecuentes.
Su garantía de supervivencia
Estas plantas son de bajo mantenimiento. Solo hay que asegurarles estas condiciones:
• Sol directo: El sitio donde vivan debe ser muy luminoso, imprescindible para que no se ahílen y debiliten.
• Ambiente seco: Sufren si viven en un patio húmedo, mal ventilado y con poca luz.
• Riego escaso: Al ser suculentas están naturalmente preparadas para retener agua en sus tejidos. Precisan muy poco riego. Antes de regarlas es muy importante comprobar que el sustrato esté completamente seco.
• Un sustrato pobre y poroso: El más adecuado es el específico para cactus y suculentas.
• No necesitan abono: En todo caso se le puede dar fertilizante para cactus y suculentas.
• Protección contra las heladas: Si el frío supera los -7º será necesario llevarlas a cubierto o protegerlas in situ con una manta o funda de hibernación o una arpillera.
La plantación en maceta
Lo ideal es cultivarlas en tiestos y jardineras de terracota, cuya porosidad favorece la eliminación del exceso de agua, el punto débil de estas plantas. Si eliges macetas individuales deben ser muy pequeñas: a las suculentas les gusta la estrechez. Es preferible una planta por tiesto, aunque si son pequeñas se pueden mezclar en tiestos combinados para sacar partido a las formas, colores y texturas.
En el momento de plantarlas, ponte guantes gruesos si tienen espinas, como los ágaves. Las crásulas se deben extraer de los tiestos del vivero con mucho cuidado: sus hojas y tallos son muy frágiles. Cubre la base del recipiente con puzolana volcánica o gravilla y sitúa la planta en el centro. Rellena los huecos con el sustrato y apisónalo con la punta de los dedos. Riégalas con un pulverizador para que se moje la superficie del sustrato hasta el nivel de las raíces. Puedes cubrir la la tierra con puzolana o gravilla.
Más suculentas a prueba de vacaciones
Si quieres ampliar la variedad de suculentas te recomendamos escogerlas en la sección de plantas de exterior del centro de jardinería para asegurarte de que vivirán bien al aire libre. Muchas suculentas son muy sensibles a las heladas y el frío, o el sol puede quemarlas. Pide que te recomienden las que se adaptan mejor al clima de tu zona y que te indiquen si precisan sol directo o semisombra. Entre ellas figuran:
• Los aeonios, nativos de Canarias, que recuerdan pequeñas palmeras por sus rosetas generalmente verdes, rojo borravino o incluso negras, en el extremo de unos largos tallos de aspecto leñoso. Cuanto más sol reciben más intenso es el color de las hojas.
• Toda clase de aloes, desde el famoso Aloe vera, tan bonito como útil como planta medicinal, hasta sus parientes más espectaculares, como Aloe ferox y Aloe arborescens, que producen en invierno llamativas espigas de flores de color escarlata o amarillo.
• Numerosas echeverias, con sus bellas rosetas de hojas generalmente azuladas, verdes, rosadas, aliladas o bicolores, que con el tiempo se aglomeran en masas compactas. Aquí tienes la ficha.
• Las haworthias, pequeñas rosetas de hojas puntiagudas semejantes a un aloe en miniatura. Precisan un lugar luminoso pero a salvo del sol.
• Los kalanchoes, siempre que los protejas de las heladas y el frío. Es muy popular el Kalanchoe blosfeldiana, que parece un pequeño ramo de flores rojas, magentas, amarillas, blancas, rosadas... El Kalanchoe tomentosa resulta especialmente bonito por su follaje gris aterciopelado. En el curioso Kalanchoe bryophyllum, los hijuelos nacen en los márgenes de las hojas.
• Sédums tapizantes o de efecto colgante. El Sedum acre, de pequeñísimas hojas, es muy resistente al frío y el calor. El Sedum rubrotinctum se distingue por sus hojas rojizas, y el Sedum album se llena de flores blancas en verano. De estas y otras especies existen numerosas variedades.
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