Verde es Vida nº93

56 verdeesvida HUERTO Fotos: Hobby Saliplant Los injertos son una solución técnica na- tural que lleva siglos practicándose en los cultivos. Consiste en unir dos plantas compatibles para obtener un ejemplar con las mejores cualidades de ambas. El pie o portainjerto asegura un enraizamiento más resistente y vigoroso, garantía de una planta fuerte que dará frutos de mayor calidad y de forma prolongada. Valga de ejemplo la sandía: más del 90% del cultivo mundial se hace con planteles injertados en pie o por- tainjerto de calabaza, mucho más resistente a los hongos del suelo y el encharcamiento. El pie no altera las características ni las cua- lidades propias de los frutos. Cuando se trata de un huerto urbano, las ventajas de estos planteles resultan especial- mente alentadoras, sobre todo si se carece de experiencia, las condiciones de luz disponi- bles en casa no son las óptimas, las plantas sufren estrés por exceso o falta de riego, o se producen descuidos y situaciones fuera de control. Con un plantel injertado las proba- bilidades de tener éxito son mayores. Los planteles injertados se cultivan de la misma forma que cualquier otro. Solo es ne- cesario vigilar que el punto del injerto, fácil- mente identificable con la pinza, quede unos centímetros por encima del suelo, es decir sin contacto con él. Caso contrario puede que enraíce la variedad y no el pie, que es el que proporciona la raíz resistente. No es necesario quitar la pinza; está hecha de un material especial y se soltará sola cuando se produzca el engrosamiento del tallo. Hortalizas que se injertan habitualmente • Sandía: especialmente susceptible a las enfermedades del suelo y sensible al enchar- camiento, el injerto le aporta mayor vigor, resistencia y productividad. • Melón: muchas variedades, entre ellas la ‘Piel de sapo’, se injertan en pie de calabaza para conseguir plantas más resistentes. • Pepino: se injerta para sortear su vulnera- bilidad a los nemátodos del suelo y su escasa Planteles injertados para el huerto de casa Seguramente has visto en los centros de jardinería planteles de tomates, sandías, melones e incluso pepinos con una pinza en el tallo. Son planteles injertados, habituales en la agricultura profesional, que puedes plantar en el huerto de casa. Garantizan una cosecha demayor calidad ymás larga. Te contamos por qué. Agradecemos a Hobby Saliplant la información y las fotos aportadas para este artículo.  Planteles injerta- dos de sandía. El pie de calabaza defien - de al cultivo de los hongos del suelo. Cómo se hacen los injertos El injerto es un proceso delicado que se realiza en los viveros cumpliendo estrictas medidas sanitarias. Para la siembra se utilizan turbas certificadas, libres de pató- genos, y fundas desechables. Los cortes de 45º en el pie y la variedad, que permitirán unir las dos partes del injerto, se hacen con cuchillas que se desinfectan entre corte y corte y se desechan cada pocos usos. Los planteles se colocan en bandejas reutili- zables, desinfectadas en máquinas auto- matizadas, que se llevan a una cámara de injertos, una especie de UCI con condicio- nes controladas de humedad y temperatura, para que puedan cicatrizar rápidamente.  Las tomateras se injertan en un pie rústico para asegurar el desarrollo de un cepellón vigoroso. tolerancia al frío. Los planteles injertados de pepino son los más indicados para cultivar en las zonas menos cálidas. • Tomate: muchas variedades están dispo- nibles en planteles injertados en pies rústi- cos, mucho más resistentes a los hongos del suelo. De esta manera se asegura un ciclo productivo más extendido, pero al mismo tiempo permite dejar mayor número de bra- zos a la planta y por lo tanto a la formación de una cantidad mayor de frutos. • Berenjena: los planteles injertados se re- comiendan sobre todo cuando existen pro- blemas de suelo o riesgo de encharcamiento, a los que esta hortaliza es muy sensible. 

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