Proteger las plantas en invierno al estilo japonés
En Japón, proteger los árboles, arbustos y plantas delicadas de las nevadas, el viento y el frío es compatible con el mimo y la delicadeza estética. Las protecciones, siempre de materiales naturales, cumplen su función convertidas en piezas artesanas de gran belleza, como el famoso yukitsuri. Esta técnica, poético reclamo invernal del gran jardín Kenroku-en, en Kanazawa, es solo la más conocida. Son muchas más, todas muy inspiradoras.
Pinos de Karasaki protegidos mediante la técnica del yukitsuri en el parque-jardÃn Kenrokuen, en Kanazawa. Foto: AdobeStockTexto_ Elita Acosta, directora editorial de Verde es Vida
Bambú, madera, cuerdas y esteras de paja de arroz son los materiales que se utilizan. Las estructuras (gakoi), un repertorio de arquitecturas efímeras de las más diversas formas y tamaños, pueden cumplir diversas funciones relacionadas con los rigores del invierno (fuyu): defender a las plantas del peso de la nieve (yuki), del azote del viento, o del frío extremo.
Yukitsuri
La técnica japonesa de protección invernal más conocida es el escenográfico yukitsuri, que se utiliza sobre todo para impedir que los pinos sufran daños por el peso de la nieve. Consiste en una estructura cónica suspendida (tsuri), que pende de una alta y gruesa estaca de bambú clavada junto al tronco. Del ápice de ese mástil parten numerosas cuerdas que se atan al extremo de las ramas en toda la circunferencia del árbol, generando una tensión que las ayuda a aguantar mejor la carga de las nevadas. La forma cónica también contribuye a que la nieve resbale. Se suele complementar con postes que soportan las ramas desde el suelo.
El proceso de colocación de las cuerdas del yukitsuri empieza a principios de noviembre y dura aproximadamente un mes. Las cuerdas se mantienen hasta principios de marzo, cuando las nevadas dejan de ser una amenaza. Esta técnica es una adaptación de la que se empleaba en los huertos de manzanos para evitar que las ramas se rompieran por el peso de los frutos.
Protecciones para árboles, arbustos y setos
• Para proteger los árboles de pequeño tamaño y los arbustos, los jardineros japoneses suelen recurrir a unas estructuras cónicas más resistentes que el yukitsuri, que consisten en clavar en el suelo cuatro o cinco postes de madera o cañas de bambú, juntarlos en la parte superior y unirlos a una o varias alturas con listones, bambúes o cuerdas transversales para asegurar una armazón firme (en la foto 3 de abajo). Estas estructuras se pueden cubrir con esteras de paja de arroz (en la foto 4 de abajo) para incrementar la protección.
• En el caso de algunos arbustos pequeños y vivaces, la técnica se basa en algo tan sencillo como elevar y juntar las ramas y atarlas con cuerdas de paja a varias alturas formando un haz, de manera que una nevada fuerte o las rachas de viento no las dañen. Para incrementar la resistencia se suele clavar una estaca de bambú en paralelo.
• Para defender los setos y macizos de la acumulación y el peso de la nieve, una de las estructuras más usuales es una armazón de estacas de bambú dispuestas con la forma triangular de una tienda de campaña, tan larga como sea preciso (en la foto 5 de abajo). Otra opción, sobre todo cuando se trata de setos extensos y curvos, es montar por encima una estructura plana de bambú o madera al estilo de un emparrado (en la foto 3 de abajo).
Contra el frío y las heladas
Para impedir que los arbustos más delicados sufran los efectos del frío y las heladas lo habitual es utilizar esteras o capas de paja de arroz, con las que se cubren parcial o totalmente las plantas. En el jardín creado por el paisajista inglés Dan Pearson en Tokachi Millennium Forest, en Hokkaido, la isla más septentrional de Japón, se usan para proteger los arbustos de temperaturas que bajan hasta -25°.
En las formas más elaboradas, los ejemplares se convierten en verdaderas esculturas de paja con sombrero. Se trata, por ejemplo, de un recurso tradicional para proteger los ejemplares de Cyca revoluta, sotetsu en japonés (en la foto 6 de abajo).
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