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Paso a paso: Instalar riego por goteo en la terraza

Es mucho más fácil de lo que parece y, además, te permitirá ahorrar esfuerzo y dinero en plantas estropeadas y agua despilfarrada. Un sistema de riego localizado es la mejor solución para dar agua de forma precisa a las plantas de una terraza.

Instalar un sistema de riego por goteo en la terraza es más sencillo de lo que parece. Este esquema incluye los elementos básicos. Las macetas de abajo reciben agua de un solo gotero. Copyright: Gardena

Un sistema de riego por goteo permite ahorrar hasta un 60 por ciento de agua, además del propio trabajo de regar. En tu centro de jardinería hallarás kits de montaje con todas las piezas e instrucciones, y los distintos elementos por separado. Haz números y fíjate qué te sale más a cuenta según las características y el tamaño de tu terraza.

 

Un sistema de riego por goteo permite ahorrar hasta un 60 por ciento de agua, además del propio trabajo de regar. Los kits de montaje incluyen todas las piezas necesarias, pero también se pueden comprar los distintos elementos por separado.
Para una terraza de una superficie de 10 a 60 metros cuadrados y necesidades básicas, es decir, sin riegos diferenciados según los ejemplares, necesitarás:

• Programador. Es un temporizador que se enrosca al grifo y regula el paso del agua según un horario y frecuencia de riego. Debe ser específico para uso en el exterior y disponer de pilas o baterías de litio para no depender de la red eléctrica; algunos incluyen sensores de lluvia para suspender el riego en ese caso.

• Regulador. Rebaja y estabiliza la presión del agua de riego. Se enrosca directamente en la salida de agua del programador. Algunos modelos incorporan filtros autolimpiantes que impiden que pasen las impurezas del agua.

• Tubos. Se necesitan dos tipos: uno de sección más gruesa (de 12 a 18 mm de diámetro), que funciona como tubería o circuito de distribución principal, y uno más fino (microtubos de 4 a 6 mm) para hacer derivaciones o ramales que llevarán el agua a cada planta. Deben ser flexibles, con una pared fina que permita pinchar los goteros. Se compran por metro según las dimensiones de la terraza y el número de contenedores y plantas.

• Goteros. Son las válvulas de distribución final del agua; se conectan a los microtubos pinchándose directamente o acoplándose en sus extremos. Los goteros estándar permiten el paso de una cantidad fija (2-4 l/h) de agua. Si son regulables podrás ajustar la cantidad que se suministra a cada planta (0-6 l/h).

• Enlaces y auxiliares. Sirven para empalmar los tubos, derivar, dividir y adaptarlos a la superficie de la terraza, y para llevar el agua a cada planta. Los más comunes son T, codos, cruces y enlaces, y se deben elegir en función del grosor de los tubos. Si los goteros son de estaca se clavan directamente en la tierra; caso contrario, necesitarás soportes de fijación: piquetes para microtubos para clavarlos en la tierra (dos o tres por jardinera, uno por maceta). Si el sistema de autorriego es en línea, no cerrado, hará falta un tapón para cerrar el extremo del tubo principal (de 16 mm).

¿Cuántos goteros y metros?

Para obtener un caudal regular en cada gotero no conviene superar los 75 goteros y los 60 metros lineales de tubería. Se pueden instalar lineales de hasta 100 metros, pero a mayor longitud más irregular resultará el riego. Pasan muchos minutos desde que el programador abre la válvula y el agua llega al final del sistema; las plantas del extremo recibirán menos agua de la prevista por el programador. Además, probablemente el agua llegará con poca presión (y si se sube la potencia se corre el riego de que salten los goteros del principio). Por ello, si es posible, siempre es mejor instalar un sistema cerrado que uno en línea; solo hay que colocar un empalme de T después del estabilizador de presión.

Para lograr un riego uniforme es mejor utilizar goteros autocompensables; la diferencia de precio es mínima, pero permiten surtir el mismo caudal a diferentes presiones de trabajo. Son imprescindibles, por ejemplo, cuando hay plantas a diferentes alturas.

LA INSTALACIÓN PASO A PASO

1. Acopla el programador a la toma de agua y a continuación enrosca el estabilizador de presión.

2. Introduce el tubo principal en el regulador a presión (se puede fijar con abrazaderas o cinta de teflón) y extiéndelo desde las macetas más cercanas a la toma de agua hasta la más alejada; no cortes el tubo que sobre hasta el final. Puedes adaptar el tubo a la forma de la terraza cortando y haciendo empalmes con codos. El tubo principal debe discurrir al lado de cada contenedor, siguiendo el esquema diseñado. Puedes utilizar enlaces de T o cruz para conectar diferentes secciones o para derivar un empalme cuando haya contenedores que no estén en línea.

3. Una vez extendido el tubo principal, y dispuestos todos los empalmes que fueran necesarios, corta el tubo sobrante y coloca un tapón (de 16 mm) en el extremo.

4. Ya montada la línea principal, coloca los microtubos: con ayuda de un punzón (suele suministrarse junto con los goteros) perfora el tubo principal a la altura de cada contenedor y coloca un conector o enlace (de T o cruz) para fijar los microtubos a la tubería principal. Después, corta secciones de microtubo con longitud suficiente para que lleguen a cada contenedor con holgura (siempre podrás cortar, y es mejor que hacer empalmes); repite la operación a la altura de cada contenedor.

5. Coloca los goteros a lo largo de los microtubos (en el caso de las jardineras) y en los extremos de cada uno (macetas); pincha los goteros en el sustrato si son de estaca, o fíjalos con piquetas de sujeción.

6. Solo queda temporizar el programador con los ciclos de riego. Para los meses de verano calcula una media de 14 a 20 minutos al día en función del tipo de gotero (de 2 a 4 litros/hora).

  • Antes de ponerte a la tarea
    Antes de ponerte a la tarea

    1. Dibuja un plano a escala del espacio y sitúa la salida de agua, las macetas y las jardineras.

    2. Mide la presión del agua. Pide el dato a la empresa suministradora o haz la medición conectando un manómetro al grifo. Los sistemas de riego localizado trabajan a baja presión, de modo que siempre que supere los tres bares será necesario instalar un regulador de presión. Es importante conocer la presión porque el número de goteros dependerá de los litros por hora que surtan.

    3. Haz una lista con los materiales después de calcular los metros de tubos, número de goteros y piezas de empalme, fijación y tapones. Las herramientas que necesitarás son tijera, cúter, punzón y cinta de teflón para sellar alguna unión.

Reportaje completo nº 58 >> página 56