Verde es Vida nº 87

33 FOTOS: MMGI / MARIANNE MAJERUS; EUGENIA LOSSEAU; THISTLE-GARDEN Pistacia lentiscus Rusticidad: hasta -12° Sequía: Muy alta resistencia Esta verdadera joya de la flora mediterránea es una planta vigorosa de follaje fino y denso, que pasa del verde oscuro a los cobrizos con el frío. Por su gran resistencia a la sequía y las altas temperatu- ras, el lentisco es cada vez más habitual en setos y formas topiarias. En el jardín de la foto, diseñado por Luis Vallejo para el edificio ex BBVA, en Madrid, las formas almohadilladas evocan la silueta natural que desarrolla en su hábitat silvestre. Exige pocos cuidados y sus propiedades alelopáticas impiden que surjan malas hierbas alrededor. De abril a junio se llena de flores en forma de pequeños racimos rojos, que en los pies femeninos (la especie es dioica) se convierten en racimos de frutos rojos que se vuelven negros al madurar. El lentisco vive bien en cualquier tipo de suelo, incluso seco, pedregoso o calizo; lo importante es que drene bien. Puede crecer hasta dos metros de altura y entre dos y tres metros de ancho. Se usa como ejemplar aislado, en setos libres, macizos de arbustos y jar- dines aromáticos y costeros. Debe ser protegido de las heladas fuertes. Lee la ficha en verdeesvida.es. Phillyrea angustifolia Rusticidad: hasta -15° Sequía: Alta resistencia Como el olivo, la olivilla, labiérnago blanco o filirrea pertenece a la familia de las oleáceas y es nativa de la Cuenca Mediterránea. En la imagen, fotografiada en su ámbito natural en Mallorca, donde el viento influye en que las ma- tas adquieran formas redondeadas. Se distingue por su espeso follaje perenne verde, formado por estrechas hojas coriáceas acabadas en punta. Son arbustos muy ramificados y densos que soportan bien la poda, lo que los convierte en magníficos candidatos para ser recortados en forma de bola e integrarse en borduras y macizos de arbustos, o formar setos bajos formales o libres. De marzo a mayo emite flores perfumadas de color blanco verdoso, parecidas a las de olivo, que dan pie a abundantes bayas negras que recuerdan a las aceitunas y son muy apreciadas por los pájaros. Puede desa- rrollar un par de metros de altura. Le va bien cualquier suelo, incluso calizo. Está adaptada al ambiente salino del mar, por lo que se puede usar perfectamente en los jardines de costa. Phillyrea latifolia Rusticidad: hasta -15° Sequía: Alta resistencia Se la conoce como labiérnago negro o de hoja ancha, característica que lo diferencia de la P. angustifolia. Se trata de un gran arbusto o arbolillo capaz de duplicar la altura de la olivilla alcanzando entre seis y ocho metros de altura y entre dos y cinco de diámetro. En la foto, dos ejemplares tallados en forma de arbolito en el jardín formal de Silverstone Farm, en Inglaterra, diseñado por George Carter. Entre mayo y junio produce una fragante floración amarilla que atrae a las abejas, y en otoño, bayas carnosas de color berenjena. Se puede utilizar también en macizos de arbustos y setos formales o libres. Sus requerimientos de suelo son los mismos que los de la olivilla. Soporta el viento marino y la contaminación atmosféri- ca. Es una planta de lento crecimiento.

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