Descripción
Este decorativo arbusto espinoso de origen sudafricano reúne muchas cualidades para merecer un lugar en los jardines mediterráneos más templados. Sus perfumadas flores blancas en forma de estrella coexisten con frutos comestibles de color rojo vivo, del tamaño y la forma de una ciruela. Y todo ello en el marco verde de un denso follaje perenne de textura coriácea. Sus poderosas espinas bifurcadas lo convierten en una opción para formar setos defensivos. Se considera una planta de bajo mantenimiento, muy resistente a la sequía y el calor fuerte una vez establecida, pero no a las heladas. Acepta la mayoría de suelos, particularmente los pobres y arenosos. Crece con lentitud.
Matas y follaje, flores y frutos
Se trata de un arbusto muy ramificado y de silueta tortuosa que puede desarrollar entre dos y cuatro metros de altura, aunque existen cultivares compactos de porte menor, como el ‘Boxwood Beauty’ de la foto, y el ‘Prostrata’, de comportamiento rastrero, que no llega al metro de altura. La corteza es rugosa y de color pardo. El follaje, espeso y lustroso, está formado por hojas coriáceas ovales acabadas en punta y con bordes lisos. Las flores son blancas y de cinco pétalos, parecidas a las del jazmín común pero más grandes, nectaríferas (atraen a las mariposas) y de agradable aroma; surgen agrupadas en cimas o en solitario durante todo el año, pero especialmente en primavera. A la vez que florece maduran los frutos, bayas ovoides de pulpa roja. La savia es un látex tóxico.
Cultivo y cuidados
Prefiere la sombra parcial, pero puede tolerar el pleno sol siempre que no sea el del mediodía o la tarde; en sombra produce menos flores. Admite muchos tipos de suelo siempre que drenen bien. Agradece el aporte de abono orgánico a finales del invierno y el verano. El riego ha de ser moderado durante la implantación, y regular pero en dosis muy medidas una vez que ha enraízado; no tolera el encharcamiento. Soporta la sequía pero se resienten la floración y la fructificación. Las plantas en tiesto requieren aportes mensuales de un fertilizante universal líquido diluido en el agua de riego. Las plagas y enfermedades no suelen afectar a la Carissa macrocarpa. Solo necesita poda de mantenimiento; si se recortan los tallos que han dado flor se perderían los frutos.
Usos
Como ejemplar aislado, en macizos de arbustos de similares requerimientos, setos y medianas, y macetas. Es apto para los jardines costeros.
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