Descripción

Por su larga e incesante floración y su buena respuesta a la sequía y el calor, la Euphorbia hypericifolia más popular hoy en día es el multipremiado híbrido ‘Diamond Frost’ (en la foto), cada vez más fácil de encontrar en los jardines de bajo riego. Desde comienzos de la primavera hasta la llegada del frío en el otoño, o todo el año en las regiones libres de heladas, produce un efecto de brillante escarcha gracias a su abundante floración blanca en contraste con el verde ligeramente azulado de las hojas. Aunque es una planta vivaz de follaje perenne se la suele tratar como anual y descartarse tras las primeras heladas, excepto en las zonas donde las temperaturas no bajan de -1°. Las matas son redondeadas, densas y compactas, de unos 30-60 cm de altura y diámetro, y aspecto muy ligero, como de nube. Es una planta muy fácil de cuidar, las plagas y hongos no suelen atacarla y soporta la contaminación ambiental. Admite el cultivo en maceta.

Plantas, hojas y flores

Las matas están formadas por multitud de finas ramillas cubiertas de hojas simples de 2-2,5 cm de largo, elípticas u oblongas. Como en todas las euforbias, las verdaderas flores son pequeños ciatos, minúsculos en este caso, rodeados de brácteas que parecen diminutos pétalos de color blanco puro y duran mucho tiempo en las plantas. La floración es copiosa y sostenida.

Cultivo y cuidados

A pesar de su delicada apariencia se trata de una planta muy resistente, que se cultiva con facilidad en suelos bien drenados, secos o medianamente húmedos, a pleno sol o en sombra parcial —sobre todo si es por la tarde en zonas de veranos calurosos— e incluso en sombra. Tolera algunos suelos pobres, inclusive los pedregosos y arenosos. Prefiere los riegos regulares moderados o escasos y soporta bien la sequía, aunque agradece algo de humedad en verano, siempre sin excesos, ya que demasiada agua puede aniquilarla. En principio no precisa abono, pero si se cultiva en maceta, el aporte periódico de un fertilizante orgánico o para plantas de flor optimizará el rendimiento. No es necesario eliminar las flores marchitas, ya que es autolimpiante. Mantiene la forma sin necesidad de poda (si vive en tiesto conviene ir girándolo), pero si fuera necesario recortarla es importante evitar el contacto con la savia, un látex tóxico que puede causar irritación en la piel, como ocurre con todas las euforbias. Los conejos no la comen.

Usos

En solitario o combinada con otras plantas de similares requerimientos en jardines de bajo riego, rocallas, jardineras e incluso tiestos colgantes.

Foto: Proven Winners