Descripción
Su nombre común revela el país de origen de esta salvia que alcanza su máximo esplendor a lo largo del otoño e incluso el invierno con su floración en forma de grandes y densas espigas de 15-20 cm de largo. Las inflorescencias de la Salvia leucantha* surgen en lo alto de finos tallos que se arquean por su peso. En origen las flores son blancas, en dúo con el color amatista (salvia amatista es otro de sus nombres comunes) de los aterciopelados cálices, que mantienen el color incluso cuando se han secado. Es un subarbusto de afelpado follaje perenne que resiste mejor la sequía que otras salvias. Se considera de bajo riego y no exige casi mantenimiento.
Matas, hojas y flores
Las matas son densas y redondeadas y pueden superar el metro de altura y extensión, por lo tanto precisan bastante espacio. El follaje surge a lo largo de finos tallos cubiertos de un vello blanquecino; las hojas son estrechas y acabadas en punta, aromáticas y de color verde agrisado. Es perennifolia, pero según la dureza del clima (heladas o sequía) puede perder el follaje. Da una primera floración al final de la primavera, pero la principal es la de otoño. Las flores son bilabiadas y sobresalen de los cálices. A la combinación original en blanco y amatista (foto de arriba) se suman la blanca y rosa de ‘Danielle’s Dream’ y las monocromáticas rosa fuerte de ‘Santa Barbara’ (en la foto), púrpura oscuro de ‘Purple Velvet’ y ‘Midnight’, y blanca en ‘Velour White’. Son una fuente de néctar para abejas y mariposas.
Cultivo y cuidados
Lo ideal es cultivarla a pleno sol para que florezca con generosidad; en sombra parcial tiende a ahilarse y a dar menos flores. Es una todoterreno, a condición de que el sustrato sea ligero y el drenaje esté asegurado. Agradece los riegos regulares y moderados, dejando que el sustrato se seque entremedias; en invierno es esencial evitar el efecto de la humedad sumada al frío en sus raíces. Debe ser protegida de las heladas; si se hiela conviene cortar las ramas al ras pero dejarlas acolchando las plantas. Al final del invierno se debe eliminar toda la parte aérea a unos 10 cm del suelo para que rebrote con fuerza, y a continuación aportar abono orgánico. No suele sufrir plagas u hongos.
Usos
En macizos de especies para clima mediterráneo, jardines de grava y borduras en zonas de bajo riego. También en macetas de patios y terrazas.
* Cuenta con el Garden Merit Award de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.
Foto: iStock