Descripción
Parecido a la acacia, este árbol oriundo de Estados Unidos, de copa ancha y 15 a 30 metros de altura, se caracteriza por sus abundantes flores en forma de racimos colgantes, generalmente blancas. Sin embargo, en la variedad más ornamental, la ‘Casque Rouge’, son de un intenso tono rosado (foto). Crece rápidamente y vive unos 70 años de media. Su rusticidad lo hace resistente al frío (-34º, zona 4), la contaminación y la sequía, y prefiere los suelos pobres; es un buen árbol para la xerojardinería.
Tronco y copa
Sus hojas, de color verde en el haz y grisáceas en el envés, son pinnadas, compuestas por numerosos folíolos ovalados. El tronco es rugoso y muy estriado, de color marrón apagado. La copa ofrece una sombra poco densa; exige una ligera poda de formación. Se deben mantener a raya chupones y retoños. Conviene procurar un desarrollo uniforme de las ramas, ya que un desequilibrio en los pesos favorecería los desgajamientos y fracturas.
Flores y frutos
Sus racimos de flores, que surgen entre abril y mayo, pueden alcanzar los 20 centímetros. Son muy perfumadas y atraen a pájaros y abejas. Su fruto es una legumbre de 5 a 10 centímetros.
Cultivo y cuidados
Le va cualquier tipo de suelo, siempre que no sea compacto. Su sistema radicular puede levantar las aceras, pero también es capaz de fijar taludes. Su presencia perjudica a las coníferas. Sus enemigos son distintos tipos de hongos, un suelo demasiado húmedo, y el pulgón en primavera. La falta de sol lo debilita.
De interés
El cultivar ‘Casque Rouge’ cumple un gran papel ornamental en paseos, alineaciones y parques y jardines de dimensiones generosas.
Foto: Gertrud K