Descripción
Aunque debe su nombre común a la extraordinaria dureza de su madera de grano fino, el verdadero tesoro de este pequeño árbol de origen persa es su extraordinaria otoñada, en la que se juntan el verde y una explosión de amarillos, anaranjados y rojos. Eso sí, solo es apto para las zonas climáticas más templadas, donde pueda gozar de un sol suave y una pluviometría de 450 a 675 milímetros al año. Sufre con los veranos ardientes y secos. Tolera en cambio la contaminación urbana, el viento y el frío (-23º, zona 6-9). Crece lentamente y es sumamente longevo. Se lo considera libre de plagas y enfermedades.
Tronco, copa y follaje
La Parrotia persica tiende a desarrollar ramas desde muy abajo y muestra una estructura abierta, erecta y ovoidal, de seis a 12 metros de altura y cuatro a seis de diámetro. Las dimensiones y el porte cambian en las variedades ‘Compacta’, ‘Vanessa’, columnar, ‘Pendula’, llorón, y ‘Horizontalis’. En los ejemplares maduros, la corteza, de tono gris y superficie lisa, luce decorativas manchas de color crema y gris claro que se producen con la descamación. Las hojas son simples y lustrosas, de unos 10 centímetros de largo y forma oval, con los márgenes crenados (rojizos en el follaje nuevo). Son caducas, aunque pueden permanecer secas en el árbol (marcescentes).
Flores y frutos
Florece cuando las ramas aún están desnudas, en pleno invierno. Las flores carecen de pétalos, pero son muy llamativas gracias al mechón de estambres rojos gruesos y cortos que surge entre brácteas aterciopeladas de color marrón oscuro. Generan frutos sin valor ornamental.
Cultivo y cuidados
Lo ideal es situarlo al sol, siempre que no sea fuerte, o en sombra ligera. Se adapta a todo tipo de suelos, aunque los prefiere fértiles, compactos, frescos y bien drenados; si son ácidos, mejor (la intensidad de los colores de otoño será mayor), aunque se adapta incluso a los calizos. El riego ha de ser regular todo el año. No requiere mantenimiento. Lo apropiado es plantarlo en otoño o invierno.
Usos
Es ideal para parques y jardines medianos o grandes, donde suele usarse como ejemplar aislado o en bosquecillos con otras especies de similares exigencias. Para plantar en alineaciones la más indicada es la variedad ‘Vanessa’.
Foto: Rick Gordon