Descripción
El género Bahuinia se distingue por sus grandes y sofisticadas flores —de ahí el apelativo árbol de las orquídeas—, pero también por la curiosa forma de las hojas, redondeadas y con una profunda hendidura central, que recuerdan la huella de una pezuña, a lo que debe su otro nombre común: pata de vaca. Suelen ser pequeños árboles o arbustos semicaducifolios si disponen de humedad en el suelo, o caducifolios si viven en terrenos secos o zonas frías. Toleran la contaminación urbana, la sequía y el calor, no así el frío, ya que provienen de regiones tropicales y subtropicales. Las especies que mencionamos en esta ficha soportan hasta -7º (zonas 9-11). Crecen rápidamente y desarrollan entre tres y 12 metros de altura.
Tronco, copa, hojas
El tronco de los ejemplares maduros es corto y la copa muy ramificada, redondeada e irregular. Las hojas suelen medir entre 10 y 20 centímetros de ancho y son bilobuladas y simples, de color verde claro o azulado.
Flores y frutos
Las flores son olorosas y, según la especie, pueden ser rosa alilado (Bahuinia variegata o Bahuinia chinensis, en la foto), carmín o rosa fuerte con venas claras (Bahuinia x blakeana y Bahuinia purpurea), rojo anaranjado (Bahuinia galpinii, arbustiva, zona 10), blancas (Bahuinia fortificata, antes candicans)... La corola está formada por cinco pétalos, el tercero marcado por una mancha o estrías más oscuras; del punto central nacen largos estambres. Las flores miden entre ocho y 15 centímetros y surgen en racimos en los brotes nuevos, en el extremo de largos y finos tallos que se arquean por el peso. La floración suele ser prolongada; en algunas especies se produce en primavera, en otras en verano, e incluso a lo largo del invierno. Los pétalos caídos crean un bello tapiz en el suelo. Las flores dan paso a vainas planas marrones.
Cultivo y cuidados
Su situación ideal es a pleno sol o en sombra ligera. Prefieren los suelos de riqueza media, neutros o levemente ácidos, ligeros y bien drenados. Son sensibles a la clorosis. Un recorte de las puntas de las ramas ayudará a conservar la forma de la copa e incentivará la floración. Deben protegerse de las heladas. No suelen sufrir plagas o enfermedades.
Usos
Como ejemplares aislados y en alineaciones, en jardines, parques y aceras. Incluso como árboles de sombra.
Foto: Bennilover