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¿Qué higueras elegir?

La pregunta no es casual. Existen cientos de cultivares de este árbol tan emblemático del Mediterráneo, capaz de vivir incluso en las grietas de un muro y producir uno de los frutos más deliciosos, tan variados en el color de la piel como en el de su dulce pulpa. Además, es un frutal bonito por su forma de copa y su follaje. La higuera tiene muchos motivos para estar en tu huerto... o en un tiesto de la terraza. El otoño es la mejor época para plantarla.

La higuera desarrolla una bella copa natural. Aquí, creciendo sobre unas ruinas en Creta. Foto: iStock

Si te gustan los higos, ¿por qué privarte de cultivar una higuera? El Ficus carica vive bien prácticamente en toda España. En campos de secano, huertos, jardines, incluso en un tiesto, este árbol mediterráneo es capaz de darlo todo: una bella copa, un frondoso follaje de hojas lobuladas y, sobre todo, uno de los frutos más dulces y ricos, los higos y las tempraneras brevas en algunas variedades. Es un frutal hecho al calor, la sequía y los suelos pobres, que incluso es capaz de fructificar sin necesidad de polinización. Pocos dan más a cambio de tan poco.

Es un frutal hecho al calor, la sequía y los suelos pobres, que incluso es capaz de fructificar sin necesidad de polinización. Pocos dan más a cambio de tan poco.
La higuera comienza desarrollando un porte erecto, pero a medida que crece la copa se ensancha. Suele alcanzar entre cuatro y seis metros de altura y un diámetro acorde, aunque puede superar los nueve metros o limitarse al tamaño de un arbusto, incluso rastrero, según las condiciones.

Produce una densa sombra gracias a sus grandes hojas recortadas en profundos lóbulos, ásperas como una lija. Exudan una sustancia que pica, así que es mejor evitar ponerse debajo. Las pierde con el frío dejando a la vista la piel lisa y gris del tronco y las ramas.

Mínimas exigencias y cuidados

Si bien es capaz de vivir incluso sobre unas ruinas o en una grieta entre las piedras, prefiere un suelo profundo, fresco, rico, ligero y bien drenado. Esto le permite crecer a un ritmo moderado; si el terreno es muy seco lo hará más lentamente. Tolera bien los sustratos calizos y salinos. El calor favorece la formación de los frutos en verano. Sufre con las heladas, sobre todo las de primavera; sus bajas temperaturas ideales no superan los -7º.

Necesita un lugar a pleno sol y definitivo —dado su sistema radicular, lleva mal los trasplantes—, alejado de las construcciones. Si la idea es dejarla desarrollar su copa natural es preciso calcular el espacio que necesitará en el futuro. No obstante, se puede podar, como es habitual en las plantaciones comerciales, donde se la suele mantener de unos 2,5-3 metros de altura y tres metros de diámetro de copa para facilitar la cosecha.

El otoño es el mejor momento para plantarla porque así puede aprovechar las lluvias de la estación para arraigar. Los primeros años debe recibir riego regular y protección contra el frío (conviene acolchar el pie con mulching de paja). Luego se le ha de dar agua con moderación; el exceso estropea la calidad de la fruta y debilita al propio árbol. No exige abono ni es propensa a padecer plagas.

La higuera se propaga fácilmente por acodos y esquejes (estaquilla leñosa).


Cinco variedades de higos exquisitos

• Cuello de Dama Blanco - Gota de Miel. Produce brevas y una buena cosecha de higos de pequeño tamaño, redondeados y recubiertos de una fina piel de color verde claro. La pulpa es ambarina, muy dulce y melosa, y muy aromática.

También se puede encontrar en los viveros una higuera denominada Cuello de Dama Blanco que produce solo higos de pulpa roja como la Cuello de Dama Negro.

Cuello de Dama Negro, Coll de Dama Negra. Solo da higos pero en cantidad. Los frutos son redondeados y de cuello largo. Su fina piel entre violeta y azulada se suele agrietar al madurar. Encierran una pulpa roja que recuerda una cucharada de mermelada de frutos rojos, de delicioso sabor.

San Antonio. Destaca por una cosecha de excelente calidad, muy precoz y abundante de brevas en la primera quincena de junio, e higos alargados de piel violeta amarronada y pulpa ambarina desde finales de julio a finales de septiembre. Es una variedad típica de Extremadura.

Verdal. Esta higuera produce solo higos de piel verde intenso con una pulpa roja, dulce y de gran calidad de sabor. Su maduración se prolonga hasta noviembre en las zonas de otoños no muy fríos, como Baleares y las costas de Cataluña y la Comunidad Valenciana, donde es habitual. Incluso conserva su follaje más tiempo que las demás.

• Calabacita. Da escasas brevas y abundantes higos de fina (y frágil) piel amarillenta, a veces con suaves rayas verdes. La pulpa es clara y muy dulce y jugosa. Se usan mucho para higo seco y bombones de higo.


Higueras en espaldera

Si no tienes mucho espacio en el huerto y quieres disfrutar sí o sí de una higuera, la opción es cultivarla en espaldera, es decir, de forma bidimensional: exenta a modo de biombo vegetal o contra una pared. Una de sus ventajas es que favorece una buena aireación e insolación, lo que beneficia la producción de fruta. En climas templados un frutal en espaldera sobre un muro orientado al sur absorberá mayor cantidad de luz y gozará de más calor durante la noche, logrando de esa forma adelantar y alargar la temporada de producción. Tienes más información Frutales en espaldera: abanicos de flores y frutos.

Más información:

• Ficha: Higuera (Ficus carica)

  • De brevas a higos
    De brevas a higos

    Los higos no son propiamente un fruto sino un sicono, un receptáculo redondeado o en forma de pera, carnoso y hueco, en cuyas paredes interiores se desarrollan las flores, que dan pie a una pulpa con diminutas pepitas.
    Las higueras que se cultivan habitualmente en España son frutales partenocárpicos, es decir que fructifican sin necesidad de polinización; pueden producir dos cosechas al año: en junio-julio las brevas y entre agosto y octubre los higos (variedades bíferas o brevales), o solo higos (uníferas).
    Frescos o secos, estos frutos son una excelente fuente de minerales, vitaminas y antioxidantes.
    Para evitar que los pájaros los dañen se pueden cubrir con una fina red.
    Foto: Shutterstock

  • En espaldera
    En espaldera

    Una higuera cultivada en espaldera en el célebre jardín de Great Dixter, en el sur de Inglaterra.
    Foto: Sol Ruiz

Reportaje completo nº 91 >> página 56