Los jardines también sirven para empoderar
En el valle del Ourika, a los pies del Atlas, los paisajistas Ossart y Maurières han transformado un antiguo olivar en los Jardines Colectivos de Yves Saint Laurent Beauty. Allí, 33 mujeres bereberes de la zona cultivan más de 200 especies vegetales para los productos cosméticos y perfumes de la firma.
Cosecha de caléndulas en los Jardines Colectivos de Yves Saint Laurent Beauty en el valle del Ourika, Marruecos. Foto: Yves Saint Laurent BeautyLos Jardines Colectivos de YSL Beauty en Marruecos son mucho más que un jardín. En 2022, más de 22 millones de productos de la firma francesa incluyeron al menos un ingrediente obtenido de las plantas que crecen en ellos. Pero también son un proyecto social: el cultivo y la recolección están literalmente en manos de una cooperativa de mujeres apoyada por YSL Beauty para promover sus capacidades e independencia económica. Y además se inscriben dentro de un ambicioso proyecto medioambiental de restauración de ecosistemas y biodiversidad bajo el signo de la innovación y el desarrollo sostenible.
El jardín, creado por los paisajistas Éric Ossart y Arnaud Maurières, ocupa dos hectáreas aterrazadas. En las 64 parcelas de la zona principal se cultivan plantas para la fabricación de cosméticos, con una alta concentración de micronutrientes, vitaminas, enzimas y antioxidantes potenciada por el rigor del clima.
La segunda zona es un laboratorio a cielo abierto donde los creadores de perfumes y otros elixires de belleza se valen de la inteligencia química de la naturaleza para innovar.
En el corazón ornamental del jardín, las flores favoritas de Yves Saint Laurent recuerdan su amor por el país y su cultura.
Más información:
• Entrevista con Ossart y Maurières: “La función natural del jardín es la emoción"