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Perfumes de invierno en el jardín (2ª parte)

Entre los arbustos que emiten una floración perfumada durante los meses de invierno figuran las daphnes, de flores rosadas con aspecto de nácar; las sarcococcas, de florecillas tan discretas como fragantes, y las espléndidas dombeyas, el árbol de las hortensias, solo para climas suaves.

Las flores de Daphne odora se reúnen en umbelas. Como indica el nombre de la especie son olorosas. Foto: Shutterstock

DE HOJA PERENNE

Daphne odora, Daphne bholua

Semisombra / Sombra

-20º (zonas 7-9)

Flor: Diciembre-Febrero

↕ 1-2,50 m ↔ 1-1,50 m

Las umbelas de florecillas suavemente rosadas de estas daphnes emiten su especiada fragancia con notas cítricas desde mediados del invierno al inicio de la primavera. Surgen en el extremo de las ramas contra un fondo de hojas perennes coriáceas de color verde oscuro. Las pequeñas flores son tubulares y se abren en cuatro lóbulos de aspecto ceroso o nacarado; son nectaríferas y fructifican en forma de vistosos frutos rojos las Daphne odora y negros la Daphne bholua, muy tóxicos pero apreciados por diversas aves como los mirlos, tordos y petirrojos. Las Daphne odora son arbustos compactos y más abiertos las Daphne bholua, ideales para jardines informales y de bajo mantenimiento. Existen cultivares cuyas hojas presentan márgenes crema o amarillos. Entre las Daphne bholua destacan el cultivar ‘Jacqueline Postill’* y la variedad glacialis ‘Gurkha’*.

Cultivo: Es clave buscarles un lugar protegido de las heladas, el viento y el sol fuerte. Se ha de acertar desde el comienzo ya que sufren notablemente con el trasplante. Requieren un sustrato fértil y sobre todo bien drenado, que debe mantenerse fresco en verano (es importante que no seque del todo) y seco en invierno una vez establecidas (tardan). Conviene acolchar el sustrato. Las plantas bien arraigadas toleran cierto grado de sequía aunque se resiente la floración. Pueden sufrir el asalto de los pulgones y la cochinilla cerosa. No necesitan poda, excepto de limpieza, pero la admiten siempre que sea ligera. Todas las partes de la planta son muy tóxicas si se ingieren y la savia puede irritar la piel.


Sarcococca spp.

Semisombra / Sombra

-15º (zonas 6-10)

Flor: Diciembre-Febrero

↕ 0,50-2 m ↔ 0,50-1,50 m

Las sarcococcas que se usan en los jardines son arbustos tan discretos de aspecto como deliciosamente fragantes cuando florecen en pleno invierno. En las axilas de sus frondosas ramillas, guarnecidas de pequeñas (4-6 cm de largo) hojas coriáceas verde oscuro, se abren pequeñas flores de color blanco cremoso muy apreciadas por los polinizadores. En la Sarcococca hookeriana var. digyna ‘Purple Stem’* las ramillas son rojizas, y en la ‘Winter Gem’, los botones florales y el extremo de los pétalos. La floración da paso a brillantes bayas de color negro, o rojo en la Sarcococca ruscifolia, cuyo cultivar ‘Dragon Gate’* destaca por ser muy compacto y especialmente florido. La Sarcococca confusa*, de hojas más pequeñas, se suele usar en setos bajos.

Cultivo: Estas parientes asiáticas del boj son ideales para cultivar en las zonas de sombra, incluso densa, o semisombra del jardín, protegidas de las heladas y el viento frío. Precisan un suelo moderadamente fértil, humífero y fresco, preferentemente ácido, pero sobre todo bien drenado para evitar el encharcamiento.


El árbol de las hortensias (solo para climas suaves)

Dombeya wallichii, Dombeya x cayeuxii

Sol / Semisombra

-1º (zonas 10-11)

Flor: Diciembre-Marzo

↕ 4-7 m ↔ 3-8 m

Disfrutar de la perfumada floración del llamado árbol de las hortensias solo es posible en los climas libres de heladas. No es raro ver dombeyas en flor en pleno invierno en el litoral mediterráneo, Málaga en especial, y las Canarias. Estos pequeños árboles de origen subtropical conservan su espeso follaje de grandes hojas acorazonadas —pueden alcanzar entre 20 y 30 cm de largo— todo el año, el marco perfecto para sus flores colgantes suavemente perfumadas. Dos de las dombeyas más frecuentes en los jardines son la Dombeya wallichii, nativa de Madagascar, y el híbrido Dombeya x cayeuxii. Sus florecillas de color rosa suave o asalmonado conforman densas inflorescencias que recuerdan las flores de las hortensias, aunque colgantes. Miden entre 12 a 15 cm de diámetro y penden de largos pedúnculos entre el follaje. Al secarse adquieren un tono oxidado y persisten largo tiempo en el árbol. Lo ideal es plantar las dombeyas en solitario, en un lugar donde puedan lucirse. También admiten el cultivo en contenedor.

Cultivo: Les gusta el pleno sol y admiten la sombra ligera. No son caprichosas con el sustrato, siempre que drene bien, aunque lo ideal es que sea de riqueza media y ligeramente alcalino. Soportan la sequía una vez establecidas y se han de regar dejando que el sustrato se seque entremedias. Son de crecimiento rápido y es necesario aportarles abono. La araña roja puede afectarlas.

* Cuenta con el Garden Merit Award de la Royal Horticultural Society por sus buenas cualidades jardineras.

(1ª parte)

  • Una sarcococca de tallos rojos
    Una sarcococca de tallos rojos

    La Sarcococca hookerianum variedad digyna ‘Purple Stem’ luce tallos rojizos, que contrastan con sus fragantes florecillas blancas y el verde oscuro de las hojas.
    Foto: Peganum

  • Flores de dombeya
    Flores de dombeya

    Las umbelas rosadas de las dombeyas penden de largos pecíolos entre las grandes hojas siempreverdes. En la foto, una Dombeya x cayeuxii.
    Foto: iStock

Reportaje completo nº 94 >> página 29