Plantas de flor infalibles para la terraza de otoño e invierno
Entre las numerosas plantas capaces de crear una colorida sensación de primavera en los últimos meses del año, las que enseñamos en estas páginas son una apuesta segura: brezos, pensamientos, crisantemos, eléboros, ciclámenes y skimmias son todo un clásico y sin embargo cada otoño se reinventan con nuevas variedades en los centros de jardinería.
Brezos púrpuras, magentas, verdes...
Cuando empieza a hacer frío, las ericas y callunas que florecen en otoño se cubren de intensos tonos magentas y púrpuras en forma de flores tan diminutas que convierten las pequeñas plantas en texturadas manchas de color. Pero también hay brezos en los que es el refrescante color verde manzana del follaje el que realza florecillas suavemente rosadas o blancas. El riego es clave: el sustrato nunca debe secarse.
Pensamientos hasta la primavera
Plántalos ahora en tus macetas y en el jardín y tendrás flores, incluso si nieva o hace mucho frío, hasta que lleguen los días más cálidos de la primavera. Además, los pensamientos son ideales para intercalar entre los bulbos de floración primaveral que se plantan en otoño. La extensa variedad en colores y tamaños de las flores proporciona una paleta sinigual. En la foto de abajo, el cultivar ‘Delta Premium Red with Blotch’.
En los días de invierno, rosas de eléboro
Entre noviembre y marzo, los eléboros emiten sus flores blancas —las llamadas rosas de Navidad del Helleborus niger—, verdosas, broncíneas, rosadas, púrpuras, incluso casi negras... reunidas en preciosos ramos entre el verde oscuro de su lustroso follaje. A pesar de su delicado aspecto son capaces de resistir el frío y la nieve. Búscales un lugar donde reciban el sol de la mañana, ya que son plantas de sotobosque.
Las flores que dan nombre a un color
Ese tono rosa intenso con matices violetas que llamamos color ciclamen es patrimonio de esta especie de origen persa (Cyclamen persicum) que nos deleita con sus flores a lo largo de los cinco meses más fríos del año. Los encontrarás también de floración blanca y con pétalos rizados u ondulados en una larga lista de cultivares (en la foto de abajo, la serie ‘Canto Mix’). El secreto de su cultivo: regarlos con moderación.
Pequeños soles en forma de crisantemo
Los colores solares brillan en las flores de los crisantemos, uno de los grandes clásicos del otoño. La variedad es enorme en tonalidades —púrpuras, anaranjadas, amarillas, blancas—, diámetro y complejidad de las corolas, y altura de las plantas. Su resistencia les permite afrontar temperaturas muy frías y se pueden cultivar tanto en los tiestos de la terraza y el porche como en el suelo del jardín, e incluso en interiores.
Botones florales y bayas de skimmias
A mediados del otoño, los densos ramilletes de botones púrpuras, rojos, rosados y dorados de la Skimmia japonica alcanzan su mayor intensidad cromática. Parecen minúsculas bayas pero son flores que se abrirán en primavera en forma de pequeñas estrellas. Otras variedades lucen pequeños frutos de un color rojo muy llamativo, como el cultivar ‘Pabella’ de la foto de abajo. Sitúa las skimmias en sombra o semisombra.







