No encontrarás mangaves en la naturaleza, son una obtención humana a partir de múltiples cruces de dos géneros: Agave y Manfreda. De los primeros han heredado su porte y formas escultóricas; de los segundos, sus atractivos colores y patrones.
Los mangaves son híbridos inter genéricos que han heredado las mejores cualidades de sus progenitores. De los ágaves, su arquitectura, sus hojas gruesas y anchas y su fortaleza. De las manfredas, agaváceas también de origen americano, un ritmo de crecimiento mayor, atractivos colores y manchas, dientes menos agresivos, y la capacidad de florecer todos los años, una vez alcanzada la madurez, sin morir a continuación.
Estas suculentas de rara belleza resultan más manejables que los ágaves: son bastante más pequeñas y más amables gracias a sus dientes y agujas menos punzantes.
Aunque el primer mangave nació de una polinización cruzada accidental y se descubrió en un lote de plántulas de manfredas, su extenso repertorio actual de formas, colores y patrones es el resultado de cientos de cruzamientos realizados por los obtentores. Estas suculentas de rara belleza resultan más manejables que los ágaves: son bastante más pequeñas y más amables gracias a sus dientes y agujas menos punzantes. Desarrollan rosetas bajas ideales para cultivar en tiestos (de un diámetro apenas mayor) y jardineras, así como en el suelo del jardín. Además, mediante riegos regulares se puede acelerar su crecimiento hasta alcanzar el tamaño deseado.
La felicidad de los mangaves
• Necesitan recibir al menos seis horas de sol directo, preferentemente por la mañana para evitar quemaduras. Cuanta más radiación ultravioleta, más intensa será su coloración.
• Soportan bien el calor y pueden resistir periodos cortos de hasta -7° (algunos incluso -12°).
• Lo ideal es proporcionarles un sustrato para suculentas que les asegure un buen drenaje; si es en el jardín, mejor arenoso o pedregoso. Sucumben si sus raíces están sometidas demasiado tiempo a un exceso de humedad.
• Son plantas de baja necesidad de agua, aunque toleran la humedad mejor que los ágaves. Los riegos moderados en verano contribuyen a un desarrollo más rápido. En los meses más fríos el sustrato debe permanecer seco.
• Precisan aportes de abono para suculentas.
Nuestro agradecimiento a Mad About the Mangave por la información aportada y a Plantipp por las imágenes.
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‘Lavender Lady’
-10° (Z. 8-10) ↕ 20-25 cm ↔ 30-40 cm
Su armónica roseta guarda un cierto parecido con el Agave attenuata, uno de sus progenitores, pero es más pequeño y de una coloración en tonos ahumados azulados, lavandas o púrpuras.
Foto: Plantipp BV
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‘Inkblot’
-5° (Z. 9-10) ↕ 15-20 cm ↔ 45-55 cm
Las estrechas hojas curvadas de este mangave forman una roseta baja de color verdeazul, salpicada de motas que parecen manchas de tinta. Diminutos dientes blancos perfilan los márgenes.
Foto: Plantipp BV
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‘Moonglow’
-10° (Z. 8-10) ↕ 20-25 cm ↔ 40-50 cm
Sobre el fondo verdeazul con reflejos plateados de sus estrechas (2,5 cm de ancho) y rÃgidas hojas brillan grandes manchas de una oscura tonalidad púrpura produciendo un efecto lunar.
Foto: Plantipp BV
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‘Silver Fox’
-5° (Z. 9-11) ↕ 20-25 cm ↔ 40-45 cm
Se distingue de los demás mangaves por sus gruesas hojas con márgenes nÃtidamente dentados, algo que comparte con los ágaves además del tono plateado que le confiere su cerosa pátina.
Foto: Plantipp BV
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‘Mission to Mars’
-10° (Z. 8-10) ↕ 20-25 cm ↔ 50-55 cm
El nombre de este mangave hace referencia al profuso punteado rojo burdeos que tiñe sus anchas y arqueadas hojas carnosas. Cuanta más radiación UV recibe, mayor intensidad cromática.
Foto: Plantipp BV
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‘Mint Chocolate Chip’
-15° (Z. 7-10) ↕ 15-20 cm ↔ 30-40 cm
No es en realidad un mangave sino la Manfreda undulata, de largas y estrechas hojas con márgenes ondulados y un llamativo color verde claro tachonado de pequeñas pecas casi negras.
Foto: Plantipp BV