Descripción
Este florífero arbusto de origen sudafricano produce racimos de flores de color malva desde la primavera hasta la llegada de los primeros días del invierno, e incluso durante todo el año en las regiones más propicias. Ya que que sufre cuando las temperaturas bajan de -5° (USDA 9), el área mediterránea y las zonas menos frías del litoral atlántico son el hábitat ideal de la Polygala myrtifolia. Tolera el aire del mar y soporta el viento, por lo que resulta perfecta para jardines costeros. Mantiene el follaje todo el año. Crece rápidamente.
Hojas
Forma arbustos muy ramificados de 0,5 a 1,5 metros de altura, de porte redondeado. En los centros de jardinería la encontrarás muchas veces podada en forma de arbolito, con un tallo leñoso delgado aunque muy resistente. Las hojas son muy pequeñas, estrechas y ovaladas, parecidas a las de algunas mirtáceas, de allí el nombre de la especie. Forman un denso follaje de color verde claro u oscuro que ofrece un perfecto contraste a las flores.
Flores
Las flores consisten en dos pétalos de color malva o púrpura unidos formando un ángulo abierto, como las alas de una mariposa, con un llamativo mechón de estambres más claros en la quilla. Se agrupan en racimos.
Cultivo
Necesita sol para florecer en abundancia. El sustrato puede ser neutro, ácido o alcalino, siempre que sea ligero y con buen drenaje. Lo ideal es que sea fértil y fresco, pero esta especie también es capaz de vivir en suelos pobres y secos, y resistir periodos de sequía. Por ello se la considera apta para la xerojardinería.
Cuidados
La poligala es una planta de fácil mantenimiento. Agradece los riegos regulares, sobre todo en verano, y más aun si vive en una maceta. Si hiciera falta una poda para darle forma conviene que sea ligera y se efectúe al final del invierno, aunque estuviera en flor. Se multiplica por esquejes o semillas. En las zonas más frías o donde hiela se la debe proteger en invierno o llevarla a cubierto.
Usos
Se puede utilizar en el jardín en solitario, en macizos o formando setos, y en los tiestos de la terraza o el patio.
Foto: Bambo